Predomina en el liderazgo político dominicano la convicción de que el pueblo es ignorante y se vende por una cajita o salamis abiertos a la mitad, un pote de brugal, pollos vivos tirados 'desde las alturas' por un camión corriendo, cuando no por una tarjeta que da acceso a unos cientos de pesos que sólo sirven para ensanchar la pobreza y la ignorancia. Y no se equivocan al pensar así, porque las muchas experiencias recientes confirman que ciertamente da mucho éxito y le forja un rápido liderazgo a quienes con 'tanta bondad' se manejan frente a los pobres. En lo último que se quiere pensar es en educación, pues el lucrativo negocio de controlar borregos se iría de bruces. Por eso hay que sumar voces sensatas que enfrenten esto desde todos los escenarios posibles...NO MAS!
-Johan Rosario
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