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Lantigua y los años perdidos en el Ministerio de Cultura


Por Johnny Arrendel*

Coincido con el comentarista José Laluz de que el Ministerio de Cultura es un gigantesco elefante blanco (en este caso morado), que solo sirve para montar esa manifestación desvirtuada que es la Feria del Libro.

Son de las debilidades de Leonel Fernández. Mucha gente ve lo difícil que se le hace cancelar a sus colaboradores más cercanos, aunque sean verdaderos inútiles en sus funciones, incapaces de generar iniciativas.

Pasa con este José Rafael Lantigua. Hace tiempo que está anquilosado, o peor aún, nunca ha funcionado, y sin embargo ha sido el único titular de Cultura en siete años de gobierno leonelista.


El mandatario se perjudica, porque envía un mensaje, que puede ser falso, de que le resulta difícil hacer los cambios de caras cuando son precisos.

Es paradójico que Lantigua no proviene de las filas del Partido de la Liberación Dominicana que lidera Fernández, y al contrario, aunque eso no le descalifica, fue un crítico hasta cruel del hoy mandatario.

Recuerdo de 1995 al 96, cuando fui administrador del Restaurante Pasteur 8, en Gazcue, que Lantigua finalizaba allí unos cursos para profesores de la UASD, donde era profesor igual que Leonel.

LEONEL FERNANDEZ
Las tertulias de sobremesa que encabezaba Lantigua, junto otro catedrático que después haría director de Proventos de la Feria del Libro, tenían como tema principal criticar y ridiculizar a su compañero profesor universitario, en ese entonces candidato presidencial del pequeño PLD.

Las cosas de la vida, de los primeros dirigentes y colaboradores del ya fenecido José Francisco Peña Gómez atraídos al redil del PLD fue Lantigua, quien desde entonces acá ha estado en la elite del poder.

Pero es increíble que un intelectual que siempre ha manifestado animadversión por las expresiones populares encabece el Ministerio de Cultura.

Cuando fue director de la Feria del Libro, durante la primera gestión peledeísta de 1996 al 2000, pretendió excluir a los estudiantes meritorios provenientes de escuelas públicas de un conversatorio con el Presidente.

Lantigua quería que solo los niños de colegios exclusivos hablaran con Leonel de literatura, y si no es por William Rosa, director de Comunicaciones de la Secretaria de Educación, se hubiese dado su despropósito.

Ahora, los criterios excluyentes y la visión elitista del arte que prevalecen en Lantigua, han provocado la salida de ese Ministerio de gente como el cantautor Manuel Frías, quien se ha visto obligado a tocar bachata en los "cars wash" para sobrevivir.

Igualmente, el teatrista y artista plástico Yiyo Robles ha sido maltratado y limitado en sus planes de promover las artes en los barrios.

Mientras tanto, la Feria Internacional del Libro ha devenido en un tremendo desorden, que solo funciona como punto de mercadeo de toda clase de productos, especialmente comestibles, y no como instrumento de multiplicación de la lectura.
 *Cortesía de www.merengala.blogspot.com

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