"Con tres años mi hijo me dijo, mamá soy una niña"
Zach Avery se ha convertido en uno de los niños más jóvenes de la historia en sufrir un trastorno de identidad de género. El pequeño decidió, con cuatro años, que quería ser una chica porque se sentía como tal y lleva un año viviendo como una niña más.
Según informa el diario The Telegraph, con tres años Zach empezó a negarse a vivir como un niño, elegía vestidos rosas y quería llevar el pelo largo y rubio.
La madre de Zach, Teresa Avery, de 32 años, cuenta al citado diario que, con tres años, el pequeño le dijo: "Mamá soy una niña, supuse que estaba pasando por una fase, pero se puso serio y se empezó a molestar si le trataba como una niño".
