Se dice que por más coacción e intento de contaminar testigos que Nicolás Santos y sus secuaces han hecho, Johan Rosario y sus abogados tienen suficientes pruebas reunidas para sepultarlo por siempre en el fango donde mueren de espanto los peores hombres de la historia. "La condena contra el empleado de la alcaldía de Tamboril sería doble, por difamar groseramente a Indiana Domínguez y ante las aplastantes evidencias y testimonios que lo incriminan en lo denunciado por mi representado, que no ha sido más que la reproducción de lo que otros han dicho y esas voces siguen vivas y testificarían en estrado de llegar a ameritarse. El curso de la verdad nadie lo para, ora en dominicana, ora en Nueva York, ora en Inglaterra. Estamos sometiendo la nulidad del proceso porque no cabe en dominicana, pero si se llegara al fondo sólo habría un perdedor y no se trata de mi representado", asegura el jurista Víctor Céspedes.
