Banner3

Banner3
Loading...

Leonel, un viaje y yo




 -OPINION-


Por Ramón Antonio –Negro- Veras

I.- MIS PRIMEROS ENCUENTROS CON LEONEL

Al comienzo del año 1991 del siglo pasado, en un viaje que hice desde Santiago a la ciudad capital, visité, como de costumbre, la oficina de abogados de mi entrañable amigo el doctor Abel Rodríguez del Orbe, ubicada, para esa época, en uno de los apartamentos del Edificio Díez, en la calle El Conde.

Luego de intercambiar saludos con Abelito, le pregunté, ¿quién es ese joven, es nuevo en tu oficina? Abel me respondió: “Es el doctor Leonel Fernández, brillante abogado, sumamente inteligente y disciplinado, está integrado a la oficina; te lo voy a presentar”. Acto seguido, Abelito llamó a Leonel, y le dijo: “Ven para que conozcas a Negro Veras”. Leonel se acercó a mi y me dijo: “Mucho gusto en conocerlo personalmente, porque ya he oído hablar mucho de usted, además leo sus escritos por la prensa”.

Después de ese encuentro con Leonel en la oficina de Abelito, en distintas oportunidades volvimos a encontrarnos en Santiago y en la capital, moviéndonos ambos en actividades relacionadas con el ejercicio de la profesión de abogado.

II.- LEONEL PRESIDENTE


Al Leonel resultar elegido Presidente de la República, en sus tres períodos, hemos coincidido en diferentes encuentros públicos y privados, y él se ha acercado a mi para saludarme con mucha atención y respeto; de igual forma me he comportado ante él.

En todo el curso del quebranto de cáncer de mi finada compañera Carmen, Leonel directamente, y por medio de Abelito, se mantuvo interesado por la salud de ella.

Para mi fue una sorpresa cuando el día 30 del mes de marzo del año 2006, recibí desde el Palacio Nacional una llamada telefónica para informarme que el Presidente doctor Leonel Fernández Reyna, había dictado un decreto en el

cual se me otorgaba la condecoración de la Orden al Mérito, Duarte, Sánchez y Mella. Asistí ante el doctor Fernández, el día lunes 24 del mes de abril del año 2006, a recibir la condecoración; al momento de darme un abrazo me dijo: “Negro Veras, este un reconocimiento tardío del país hacia ti, por tus grandes aportes a la lucha por los derechos humanos, las libertades públicas y las causas justas de nuestro pueblo”. Le respondí diciéndole que recibía el reconocimiento en mi nombre y el de todos los hombres y mujeres que han luchado y luchan por un futuro mejor para el país y otros pueblos del mundo.

III.- LA TENTATIVA DEASESINATO CONTRA JORDI

El día 2 de junio de 2010, fecha de la tentativa de asesinato contra mi hijo Jordi, mientras el doctor Leonel Fernández, se encontraba en La Romana, en una actividad relacionada con la reconstrucción de Haití, de inmediato ocurrió el hecho, me llamó a mi celular manifestándome su pesar e indignación por la acción criminal contra mi hijo, prometiéndome que el caso no quedaría impune. (1)

Tengo constancia de que el doctor Leonel Fernández Reyna, siempre se mantuvo interesado en el curso de las investigaciones del Caso Jordi, hasta el punto de que encontrándose de viaje por Europa o Estados Unidos, comentaba con amigos comunes las gestiones que hacían a instancia suya, los organismos investigativos policiales y judiciales.

Porque sabía de la inquietud del doctor Leonel Fernández para que se descubriera el Caso Jordi, en distintas ocasiones se lo hice saber a la opinión pública. (2)

A los pocos días de los investigadores judiciales y policiales descubrir el Caso Jordi, estando presente en una actividad en Santiago, en la cual también se encontraba el doctor Fernández Reyna, él se me acercó y me saludo; aproveché la ocasión para decirle: “que personalmente, y en nombre de toda mi familia, le daba las gracias por la preocupación permanente que había mantenido desde un primer momento para que el caso de la tentativa de asesinato contra mi hijo Jordi Veras, fuera debidamente investigado y sus verdaderos autores identificados, como finalmente había ocurrido. A nuestras palabras el Presidente de la República respondió diciéndome: “doctor Veras, era mi deber”. A la respuesta del Presidente, contesté: "Si, señor Presidente, sé que era su deber, pero en un país donde muy pocos o nadie asume compromisos, es mi deber felicitarlo y darle las gracias sinceras por su actitud ante el caso que ha afectado a mi hijo, a mi familia y a toda la sociedad dominicana. (3)

Atendiendo a una comunicación que le remití al doctor Leonel Fernández, para tomar en consideración mecanismos legales para enfrentar el crimen organizado y el sicariato, el 27 de febrero de 2011, ante la Asamblea Nacional, en el curso de su discurso, dijo que apreciaba la carta de su amigo el doctor Ramón Antonio Veras sugiriéndole una serie de medidas legales contra el crimen y que en tal sentido estaba sometiendo al Congreso un proyecto de ley para tipificar una serie de delitos en el Código Penal.


IV.- ENCUENTROS RECIENTES CON LEONEL


Más recientemente, el día martes 30 del mes de agosto de 2011, en un almuerzo organizado en Santiago en la residencia del Ing. Manuel Estrella y su familia, estando presente el doctor Leonel Fernández, éste me saludó, hizo un aparte conmigo y me puso el tema de la seguridad y la delincuencia en Santiago. A las dos o tres horas de iniciado el almuerzo, en razón de que debía de cumplir con otro compromiso, y me retiraría primero que el Presidente Fernández, le hice saber a éste, por medio de mi amigo el Ing. Félix García, de mi partida. El doctor Leonel Fernández, se levantó de su asiento, me saludó y nos despedimos.

El próximo encuentro entre Leonel y yo, fue el día sábado diez de septiembre 2011, con motivo del Encuentro en Santiago por la Seguridad; a su llegada intercambiamos saludos, y me dijo que quería conocer personalmente a mi hijo Jordi.

V.- LA INVITACION DE LEONEL PARA ACOMPAÑARLE.

Concluido el acto Encuentro en Santiago por la Seguridad, en la Madre y Maestra, a las pocas horas me trasladé a la residencia del Ingeniero Félix García, donde éste y su familia, le tenían un almuerzo al doctor Leonel Fernández y a otros amigos comunes. Compartí la misma mesa con el doctor Fernández.

Al terminar el almuerzo, y luego de presentarle al doctor Fernández, a mi hijo Jordi, el Presidente se me acercó y me dijo: “Negro, quiero invitarlo para que me acompañe en el viaje que haré próximamente a New York, para estar presente en la Asamblea de las Naciones Unidas; de aquí de Santiago también me acompañarán los ingenieros Félix García y Manuel Estrella”.

De inmediato le di respuesta al doctor Leonel Fernández, en el sentido de que podía contar con mi compañía, que coordinaría con el Ingeniero García, toda la tramitación de mi ida y regreso a New York. Tanto Jordi como yo nos despedimos de Leonel.

Después de la conversación con el doctor Leonel Fernández, y habiéndole con gusto aceptado la invitación, antes de partir me le acerqué a Felito, y le dije lo de la invitación que me había hecho el Presidente Fernández, haciéndole la observación a Felito, en presencia de Jordi, de que acompañaría al Presidente, pero que yo cubriría la totalidad de mis gastos, que no aceptaría que el gobierno invirtiera un solo centavo. Felito me respondió diciéndome que, de igual manera, tanto él como el Ing. Estrella, también cubrirían la totalidad de sus gastos.

El día domingo 18 del mes de septiembre de 2011, desde el Aeropuerto Cibao de Santiago, partimos con destino a New York, invitados por el doctor Leonel Fernández, los ingenieros, Félix García, Manuel Estrella y yo. Nos hospedamos en el Hotel Palace, donde también se alojó el doctor Leonel Fernández, su esposa la doctora Margarita Cedeño de Fernández, y funcionarios y miembros de la seguridad del presidente.

VI.- MI DECISION AL ACEPTAR LA INVITACION.-

Al momento del doctor Leonel Fernández, hacerme la invitación, yo tenía argumentos sólidos para excusarme, primero, porque estaba afectado en mi estado de salud con problemas respiratorios, hasta el punto que salí de la clínica el día viernes 9 de septiembre, para asistir al encuentro del día siguiente, sábado 10, en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, y segundo, sabía que para un viaje así debía de incurrir en gastos que estaban muy por encima de mis posibilidades económicas.

Pero por encima de mi estado de salud y del esfuerzo en el orden económico, estaba la gentileza, la atención del Presidente doctor Leonel Fernández, la persona que conmigo y mi familia ha sido solidario.

Una negativa de mi parte ante la invitación del doctor Leonel Fernández, no cuadra en mi persona, en mi forma de ser, en mi comportamiento. Aquel que me ha extendido la mano a mí y a mi familia, sin importar las circunstancias, puede contar con la reciprocidad de mi solidaridad. La ingratitud no ha tenido, no tiene ni tendrá nunca el más mínimo espacio en mi vida.

Mi madre que me parió y me formó, me hizo de un solo material, de una sola pieza; no soy hombre de dobleces. El doctor Leonel Fernández Reyna, puede contar con mi amistad, con la consideración y respeto de aquella parte de mi familia que apoya mi proceder sin ninguna clase de reservas.

El doctor Leonel Fernández, siempre mantuvo especiales atenciones con los que fuimos sus invitados de Santiago. Tanto a los ingenieros García Y Estrella, como a mi, nos hizo distintas invitaciones a diferentes actos a los cuales él asistía, algunas veces a los tres, otras en forma individual.

Personalmente me sentí a gusto compartiendo con mis demás compañeros de viaje Felito y Manuel, así como con el doctor Leonel Fernández Reyna, y así se lo hice saber a ellos. De igual manera aprecio en su justo valor las atenciones que me dispensó, en distintos momentos, la Primera Dama doctora Margarita Cedeño de Fernández.

Acompañé en su viaje a New York, en su misión ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, al Presidente doctor Leonel Fernández Reyna. Al igual que los ingenieros García y Estrella, fui su invitado y nada más. Cada uno de nosotros, Felito y Manuel, pagamos individualmente la totalidad de los gastos, sin que el Estado aportara un solo centavo.

Con el doctor Leonel Fernández, he tenido y tengo criterios políticos e ideológicos diferentes, con relación a la forma de enfocar y resolver los problemas políticos, económicos y sociales nacionales; las veces que he criticado una decisión de sus gestiones gubernativas lo he hecho desde el punto de vista político, no personal, porque personalmente no tengo inquina en su contra. No me siento, desde el punto de vista político - generacional, lastimado por Leonel por el hecho de que él haya ocupado la más alta magistratura de la nación. No soy hombre de rencores, de pequeñeces, ni anido odio contra ningún ser humano, y mucho menos contra Leonel, quien conmigo lo que ha tenido es respeto y distinción como simple ciudadano dominicano que soy.

El hecho de acompañar a Leonel, no me limitó ni me ha limitado, ni me limitará en nada mi forma de pensar desde el punto de vista político e ideológico. Estoy firmemente convencido de mis ideas las cuales no forman parte de ninguna transacción, por ella he vivido, he luchado y estoy dispuesto hasta a dar la vida.

En todo el curso de mi vida en el accionar político, lo único que he exigido y defendido es el respeto a mis ideas, las cuales no tengo el menor reparo en confrontar, con sentido civilizado con cualquier persona, sin importar que sea el Presidente de la República o el más humilde de la especie humana.

Acompañar al doctor Leonel Fernández Reyna, no ha cambiado en nada mis posiciones políticas. Con mi viaje, cuyos costos cubrí, no estaba santificando una gestión gubernativa; semejante misión corresponde a aquellos que le han acompañado en sus distintas administraciones o a los que, en una u otra forma, se han identificado y se identifican con el sistema dentro del que él gobierna.

Por último, debo precisar que el Presidente Leonel Fernández, puede contar exactamente con la misma clase de amistad que le tengo, sin importar que esté desempeñando, como hoy, la función de Poder Ejecutivo, o que mañana sea un simple ciudadano común y corriente. Hasta el momento, ni él ni nadie ha hecho en la República Dominicana el tipo de gobierno al que aspiro.

Política e ideológicamente creo en el socialismo real como forma de solucionar los problemas materiales y espirituales de toda la humanidad. De ahí nadie me ha sacado ni me sacará. Seré fiel a mis ideas hasta la muerte.

Vistas de página en total