Por Johnny Arrendel
Nueva York.-Para Francisco Rosario, presidente de Rosario Cigars, la cultura del tabaco es una ocasión artística más que técnica industrial.
Por eso, su lounge , del 323 East Gun Hill, Bronx 10467, en Nueva York, es como si se hubiese trasplantado una porción tabacalera de su natal comunidad de Tamboril, en la dominicana provincia de Santiago.
El lugar no solo cuenta con bien aislado show room, donde se exhiben los acreditados puros de la firma, todos con denominación de origen, área para fumar y departir, sino también con una autentica fábrica de cigarros artesanales, en plena producción.
Allí se dan cita con cierta regularidad, figuras de diversos ámbitos, tales como el ex alcalde de nueva York, Rudoph Guiliani, el pelotero cubano Kendri Morales y el actor y experto en artes marciales, Chuck Norris.
Rosario Cigars cuenta con parroquianos habituales y ocasionales de todas las nacionalidades, tanto blancos, afroamericanos e hispanos, natualmente, y nunca faltan mujeres de personalidad que degustan allí sus cigarros y bebidas.
El desarrollador de esta marca tiene dos convicciones plenas: ningún país competidor podrá desplazar al tabaco y los cigarros dominicanos del sitial preferencial que ha alcanzado en el mundo y además descarta que esta afición pueda ser dañina a la salud como si lo es el cigarrillo. Merengala
