Por Pablo McKinney
Hagan sus apuestas, honorables. El PLD, empeñado en alcanzar el poder y mantenerlo, ha entregado “su alma al diablo”, es decir al clientelismo más aterrizado, y a la generación de sus ricos financiadores de campaña, cual PRSC doceañesco o PRD 1978-1986, pero peor y con mayor descaro pues el Presupuesto Nacional crece como Milano y ahora hay smart phone y “periodistas somos todos, amor”. Es por esto que considero que el enfrentamiento entre Temístocles Montás y Leonel Fernández es la mejor noticia política de las últimas semanas.
“Desnudos y con sombrilla”. El PLD se ha entregado cual Silvio Rodríguez, “Desnuda y con sombrilla”, al más exitoso pragmatismo. Hablo de toda una metamorfosis o haraquiri ideológico para lograr sintonizar (no con las clases medias de red social y programas de gobierno) sino con el gran electorado, con las grandes masas tan pobres como muchas. El Frente Patriótico de 1996 enseñó a los morados que no es en Piantini, con la muchachada suicida de la Lincoln, sino en Los Alcarrizos y Villa Mella con Juancito Pérez Vidal, alias Tito, y sus amigos, con quienes se ganan elecciones; que no es con canciones de Manuel Jiménez, José Antonio y Vitico como se conecta con los votantes sino con el mambo de Omega y El Lápiz. No olvidemos que el éxito de Omega se consolidó con su prisión en Najayo por golpear mujeres, y que al diputado Chino Ramos García, su condena en la Suprema Corte de Justicia lo catapulto y designó como dueño indiscutible de una curul en la Cámara, y eso que representa a la culta y olímpica provincia de La Vega.
Feria de las Ideas. Hoy, el PLD, con sus ricos financiadores tan generosos como exhibicionistas -en su mayoría-, creado ya un “voto duro” que no baja del 35 por ciento, con el exitoso manual fusionado de Balaguer, Maquiavelo y Fouchet, (más el FNP de don Vincho dispuesto a lo que sea), es el tiempo de que ese partido regrese a sus orígenes de debate de ideas, círculo de estudio ampliado y manualito blanco para seguir “unidos en su diversidad” como ellos dicen. Y como su presidente, Leonel Fernández, se ha quejado tanto de que en el país “no se conceptualiza”, es quizás la hora de dar un respiro al exitoso clientelismo corruptor de “boroneo”, “padrefamilismo” y “damelomío”, que tan buenos resultados electorales le ha dado, para pasar al debate de las ideas, a la confrontación de argumentos con respeto y altura. Ojalá y el Comité Central (si es que se reúne) imponga la obligatoriedad del debate entre aspirantes a la candidatura presidencial. Por ejemplo, conocido el nivel intelectual y académico, y la experiencia de Estado de Leonel Fernández y Temístocles Montas, sería fantástico, toda una chulería intelectual y un devaneo de buen civismo, verlos enfrentados en el auditorio del club de Villa Juana (Leo y Diandino resuelven eso) para debatir sus ideas y sus porqués y sus argumentos.
“….Y es una deuda que tienes que pagar”. Ese PLD, que enterró el libro de Bosch para con el de Joaquín Balaguer ganar elecciones, le debe ese buen ejemplo al país, ahora que anda sólo por la vía, con un Presidente de la República más popular que una “Fría” en la playa, o una quinceañera de ojos verdes en un cumpleaños, sin oposición ninguna salvo el Centro Bonó y algún “cura del carajo”, porque el PRD se empecina en convencernos de que no es capaz de gobernar al país por su incapacidad para gobernarse a sí mismo.
Ahora es. Justo ahora, cuando casi se muere de éxitos, es el momento de que el PLD ayude a viles mortales, lectores empedernidos o escribidores vencidos, a no morirse de vergüenza en un infeliz país donde el término “teórico”, como el de “poeta”, son despectivos casi insultantes, y donde ser formado intelectualmente, como el ser honesto, no es ya un mérito sino una afrenta, un hándicap como en el golf dicen los señores después de financiar partidos o elecciones. Pues si… Queda ahí la propuesta. DEL LISTIN
