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LAS DOS CARAS DE LA MONEDA: Robert Cabrera vilipendia a Hipólito, mientras Aris Martínez dice que Danilo apoya corrupción


Es muy cierto que todo es según el cristal con que se mira...Las disímiles visiones de dos veteranos de la locución tamborileña en torno al venidero torneo comicial confirman la máxima. Veamos: 

HAY QUE DECIRLE NO A PAPÁ

Robert Cabrera LópezPor Robert Cabrera
robertpcabrera@hotmail.com

Tamboril.- 16 de marzo de 2012.- Es usual ver en los niños pedir una segunda oportunidad, cuando sus padres los ponen de castigo por su mal comportamiento.

Por lo regular, estos niños al recibir la segunda oportunidad, vuelven a hacer lo mismo o algo peor.

Hoy vemos a un Hipólito Mejía pedir públicamente una segunda oportunidad, como un reconocimiento a sus desaciertos en el período que le tocó gobernar el país.

Y realmente, ¿esta Mejía dispuesto a cambiar? Yo diría que no. En una participación hecha al través del Listin Diario en una sección donde personalidades interactúan con el público por la vía electrónica, este contestó a uno de los participantes de esta manera: “No me pidan que cambie, no me van a ver con una peluca”. Para buen entendedor, pocas palabras bastan.

Papá ha enarbolado como lema de campaña el combate a la corrupción y el sometimiento a la justicia de los corruptos de este gobierno, sin embargo recibe en su comando de campaña a Luís Inchausti, hecho prisionero por el propio Hipólito, por alegada corrupción mediante un plan conocido como El Peme.; Héctor Rodríguez Pimentel sacado del gobierno por escándalos en las instituciones que manejó; Amable Aristy Castro, cuestionado por su paso por la Liga Municipal Dominicana, entre otros.

Y si nos remitimos a los que le acompañan en esta campaña, entre los que se puede citar a: Pedro Franco Badía (Condenado por el Plan Renove) y otros que no vale la pena mencionar porque el pueblo los conoce, debemos plantearnos dos interrogantes: ¿Papá no hará nada para enfrentar la corrupción? O ¿Trancará a los que hoy luchan por llevarlo al poder?

Los que tuvimos la oportunidad de verle defendiendo a sus funcionarios por una cadena de televisión hace unos días, pudimos notar que en lugar de estar acompañándole sus defendidos, los que aparecían en escena eran un grupito de jóvenes que nada tenían que ver con su pasada administración. Me da la gana pensar que Papá, no se atrevió a presentar a su comando, para que la gente al ver sus rostros, no fueran a recordar sus fechorías.

Pero este candidato mentiroso, promete un 4% para la educación, cosa que no hizo en su gobierno, violando lo que la ley establecía y que aun cuando invertía cerca de un 2%, tuvo la cachaza de rebajar el presupuesto de educación y el de salud para aumentar el de las fuerzas armadas.

Este mismo señor que gobernó sin respetar la libertad de expresión, ordenando la prisión de dos infelices comunicadores de Montecristi por el simple hecho de que el Diablo le ganara abrumadoramente en una encuesta de radio promovida por estos, el mismo que ordenó prisión en varias ocasiones contra el periodista Marino Zapete, es el que hoy habla de que se coarta la libertad de expresión en el gobierno del Dr. Leonel Fernández.

Como un pichón de dictador, Mejía se hace llamar Papá, expresión de grandeza ante el infeliz que tiene que mendigarle su protección, como una burla a los humildes, que se valen de expresiones como esa o como patrón, jefe u otras, para ensalzar a quien le pueda tender la mano con una migaja de pan en el puño.

Ese Papá fue el que para lucir simpático ante el Imperio Norteamericano, envió un grupo de jóvenes a derramar su sangre en Irak, en una guerra que no era nuestra. Ese es el mismo Papá que dice habrá que hacer servicio obligatorio como lo estableció Trujillo. Ese papá de seguro no vacilaría en mandar a nuestros hijos a una nueva guerra para seguir haciéndose el simpático frente a la gran potencia.

Esos jóvenes que irán por primera vez a las urnas y que no conocieron de las barbaridades de un gobierno manejado a lo chabacano porque tenían 6 ó 7 años de edad, cuando este ascendió al poder, estarán firmando su pase a la guerra para dejar su sangre en el medio oriente, en Irán o Afganistán, en el caso de votar por el llamado Papá.

Pero ese mismo Papá que ha vendido que en un eventual gobierno suyo los combustibles bajarían considerablemente, es el mismo que enfrentó al Presidente Chávez, en defensa de Carlos Andrés Pérez, por lo que de llegar al poder pondría en peligro el suministro petróleo por parte de nuestro principal suplidor, con la consecuente pérdida de los beneficios generados por el acuerdo de Petrocaribe., e igual que en su período pasado nos condenaría a largas filas para conseguir el gas y los demás combustibles obligándonos a averiguar en qué pueblo ha de llegar para irlo a buscar.

Ese es el Papá que habla de precios altos, cuando en su gobierno los huevos llegaron a costar 5 pesos, (precio que se mantiene 8 años después) y el mandó a las mujeres que los pusieran ellas a ver si era fácil; el que quemó el arroz para salvar las exportaciones del cereal hechas por un familiar suyo; el que dijo que cada quien se cuidara porque el no era policía o que si la calle estaba dura se subieran a las aceras.

El voto es un compromiso muy serio y debemos pensar bien a quien vamos a elegir para que nos gobierne.

Papá es un hombre sin discurso, que por un lado habla de que no hay dinero en la calle y por otro lado dice que mantendrá la estabilidad macroeconómica, a sabiendas de que si aumenta el circulante, habrá inflación y la moneda perderá su valor, como en su pasada gestión que el dólar se disparó al 58 por 1.

Nos quedan dos meses para reflexionar. La pasión y el fanatismo, solo son buenos en los deportes, pero el futuro de nuestros hijos, no es cosa de juego.


PORQUE NO VOTARIA POR EL CANDIDATO DEL PLD LICENCIADO DANILO MEDINA


 
Como dominicano estoy convocado a depositar mi voto en las próximas elecciones presidenciales a celebrarse en el mes de mayo y donde son varios los aspirantes que buscan alcanzar el favor de los votantes, para convertirse en presidente de la patria que soñara Juan Pablo Duarte y los demás trinitarios.


Aunque son varios los candidatos presidenciales, existen algunos que no trascienden las expectativas de voto de los dominicanos, pues están postulados por partidos y agrupaciones pequeñas y otros que no cuentan con los recursos económicos necesarios para sustentar una campaña electoral.

En cambio hay dos candidatos que representan a los dos partidos políticos mayoritarios, como son el ingeniero Hipólito Mejía del Partido Revolucionario Dominicano-PRD-y el licenciado Danilo Medina del PLD. Desde hace varios años vengo siguiendo el accionar político de este último candidato y he llegado a la conclusión, que el mismo no concita mi atención por las razones que paso a detallar.

No votaría por Danilo Medina, por su falta de carácter político en su accionar, pues a raíz de una contienda electoral interna de su partido donde enfrentó al hoy presidente Leonel Fernández, al perder la misma expresó “me venció el Estado”, pensé estamos ante un hombre que demostrará una firmeza política que le permitirá trazar su propio camino político, no que abandonara su partido, pero, si con criterios propios de una independencia política cabal y segura de sus aspiraciones.
No votaría por Danilo Medina, pues luego de perder esa contienda interna, el mismo se aisló y se sumergió en un silencio casi sepulcral, mientras que su amo político el presidente Leonel Fernández, hacía toda clase de triquiñuelas políticas y administrativas, desde el inconstitucional préstamo a la Sumland hasta la implantación de la famosa y rastrera nominilla y este candidato permaneció callado.
No votaría por Danilo Medina, porque cuando ha sucedido que el gobierno ha implementado la andanada de préstamos internacionales, supuestamente para la realización de obras de infraestructuras nacionales, este dirigente hoy candidato, ha permanecido callado, indiferente, sumiso, pasivo ante los desmanes de su amo político el presidente de la república.
No votaría por Danilo Medina, porque ha demostrado que es un hombre débil de carácter sin decisión propia y falto de voluntad política, pues se ha arrodillado ante el estado que una vez lo venció al decir de sus propias palabras, con el solo propósito de alcanzar la nominación presidencial de su partido y no solo eso, agenciarse el favor de su amo político el presidente Leonel Fernández, los 40 mil millones de pesos y como colofón de payaso, acepta la imposición de la Primera Dama como compañera de boleta.
No votaría por Danilo Medina, porque ha permanecido indiferente ante los tantos casos de corrupción administrativa; porque se ha hecho cómplice de los depredadores del erario público diciendo y enarbolando en su lema de campaña “continuar las ejecutorias del gobierno, apoyar lo que están haciendo y hacer lo que nunca se ha hecho”; por eso no ha ganado el favor de mi voto.

No votaría por Danilo Medina, porque ante los tantos casos de trasiego de drogas a gran escala, no dicho nada y con su silencio se sigue convirtiendo en cómplice pasivo de estos descarnados casos de estupefacientes; citamos Paya, Baní, el Figueroa Agosto, Arturo del Tiempo Márquez y su hijo, la salida de grandes alijos de estupefacientes en contenedores desde los diferentes puertos dominicanos, no votaría por este candidato.
No votaría por Danilo Medina, porque ha demostrado que solo tiene buenas intenciones, pero carece de voluntad política para sus ejecutorias, pues con su estado de sumisión a su amo político el presidente de la república, permitió que se hundieran en el fondo de la ignominia permisiva los hidalgos principios ideológicos del prof. Juan Bosch que dieron origen al PLD y en el cual los que tenemos y creemos en los principios de moralidad, civismo y entrega al servicio de la mejores causas en bien de la educación, la salud, el empleo, la alimentación y la vivienda, como principios básicos para desarrollar una nación
Por estas y otras razones, no votaría por Danilo Medina y solo lo haría si me volviera loco, pero, por ahora la única locura que tengo es la de mi apego a los sanos principios morales que una vez me inculcaran mis fenecidos padres y que me mantienen de pies ante los tantos avatares de la vida y frente a los hipócritas detentadores del poder político, que han confundido el lema de su fundador “ servir al partido para servir al pueblo” y para su provecho personal entienden lo siguiente “servir al partido para servirse del pueblo”.-



Por Arismendy Martínez

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