Se convirtió con el paso de los años en la reina por excelencia de la Revista Latina. En esta hermosa dominico-estadounidense confluyen altos valores personales, entre los que destacan: inteligencia, simpatía y humildad.
Por Johan Rosario
Aunque nació y ha pasado la mayor parte de su temprana vida en Estados Unidos, Liliana Franco es tan dominicana que prefiere un plato de arroz, carne y habichuela antes que un Mcdonalds con sus papas fritas y muffins, y confiesa con una sonrisa que parece de diosa tener mayor predilección por artistas como Juan Luis Guerra, Milly Quezada, Aventura que por Lady Gaga o Beyoncé. En su mirada franca se hace patente la sencillez de esta joven, que es dueña de una personalidad suave como el canto arrullador de los ruiseñores. Haber nacido al influjo de una sociedad cuya juventud se hunde por las sendas de la perdición y el desenfreno, no le ha robado a Liliana el carácter angelical, ni mucho menos la ha arrastrado hasta el furtivo mundo del reggaeton sin propuestas o a la onda del tatuaje carente de mensaje. Liliana es diferente. No parece de esta época. Su ambición neurálgica, la más alta, es graduarse en la rama de enfermería, y llevar una vida tranquila, lejos del bullicio y la estridencia. Y con sólo 26 años de edad, ya lo está logrando en grande: sus estudios superiores van bien avanzados en el Rockland Comunniy College, y a la par de ello ya se ha enrolado a su campo de trabajo en el Helen Hayes Hospital, de West Haverstraw. Allí desempeña múltiples facetas, entre ellas, una sensible sobre todas: la que atañe al cuido y terapia de personas discapacitadas o con traumas severos. Esa es nuestra reina. histórica Un verdadero orgullo de la comunidad hispana. Revista Latina se siente altamente complacida de tener a una soberana distinta, que habla un español fluido y limpio, con marcado acento dominicano, y que está dotada de la providencial belleza que caracteriza a las mujeres de Quisqueyana: Salve, majestad!!
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