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También en Nueva York Johan Rosario se ha enfrentado al poder cuando las cosas no han ido bien



En la primera imagen figura el entonces Alcalde de Haverstraw, Francis Wassmer, mientras comparte con el Vicepresidente de la República en el Palacio Nacional durante su visita a la República Dominicana. En el marco del mismo encuentro el escritor Johan Rosario hace entrega al segundo mandatario dominicano de su obra "Restos de corazón". Igualmente, se puede apreciar más abajo a parte de la comitiva tamborileña, encabezada por Francisco Alvarez, del PRD y José -Chelo- Gómez, del PLD, quienes acudieron al Salon de Embajadores del Aeropuerto Cibao a dar recibimiento oficial a los visitantes provenientes de Estados Unidos.
A finales de 2006, el periodista Johan Rosario cuestionó seriamente al Alcalde de Haverstraw, en New York, Estados Unidos, por varias situaciones en las que el funcionario estaba envuelto. En principio hubo una reacción airada en contra del comunicador por parte de los seguidores del Alcalde, hasta que el propio funcionario, en una muestra de altura y sencillez sin par, se acercó al también escritor y con él a toda la comunidad hispana y se generó un vínculo radicalmente distinto al que había existido hasta ese momento entre el edil y la comunidad latina en general. Varias medidas impopulares, acremente criticadas por Rosario en una secuencia de artículos que incluyó duros editoriales en la Revista Latina, como el cierre a las 10 de la noche de las bodegas de este pueblo  y a las 2AM de los bares y restaurantes, en lugar de las 4, fueron echadas hacia atrás por la administración de Wassmer. Al ser desmontadas por el alcalde las odiosas disposiciones que laceraban seriamente los intereses de la colectividad latina tras  la presión ejercida principalmente por Johan Rosario, Ramón Soto y Arismendy Martínez  (estos últimos Editor en Jefe y Director del periódico El Sol de New York, respectivamente) se produjo un acercamiento que desembocó en una visita oficial del alto funcionario hasta la República Dominicana a comienzos del 2007. La comitiva estuvo encabezada precisamente por Johan Rosario, Heriberto Pichardo, Rafael Guareño, entre otras personalidades de Haverstraw. He aquí uno de los tantos editoriales con los que Johan se enfrentó al poderoso funcionario Republicano Francis Bud Wassmer antes de que germinara una bonita amistad entre ellos.

Las nuevas nalgadas

Ataviados aún en el traje de Guacanagarix y orgullosos de ejercer un tumbapolvismo propio de lacayos, muchos de los nuestros asumen causas ajenas a los intereses que deberían enarbolar, y se arrodillan jubilosos para rendir pleitesías a ciertos grupos de poder en cuyo historial figuran incontables afrentas contra el sistema de valores que sustenta la cultura hispana. Al bajarse los pantalones de forma tan vergonzosa, quizás aguardando la próxima nalgada, hay quienes ofrecen una elocuente radiografía del porqué se incubaron tantos dictadores en nuestra América Latina. Y es que somos masoquistas por antonomasia, el germen del entreguismo nos corre inherente a la sangre, la humillación suele convocarnos, sentirnos aplastados nos produce placer.
La reciente reseña sobre el curso del proceso judicial seguido contra el alcalde de la ciudad de Haverstraw, Francis "Bud" Wassmer,  arrestado ante la atónita mirada de varios testigos por manejar borracho, sirvió como pretexto para que algunos arremetieran rabiosamente contra este medio. ¿Por qué tanto lavasaquismo, si ese mismo ejecutivo envuelto en el escándalo en cuestión, fue quien se atrevió a proclamar, sin empacho alguno, que los únicos aportes culturales de la comunidad latina era "comer arroz con habichuelas, y producir mucha basura", peyorativas e insultantes declaraciones con las que pretendió subestimar la rica cultura de los nacidos en nuestra América Latina? Los periódicos anglos, sobre todo el regional Journal News, ofrecieron cobertura minuciosa al caso del máximo ejecutivo de Haverstraw, en virtud de la relevancia del mismo, y nadie dijo ni esta boca es mía. Claro, tratándose del periódico americano, obvio es que se le aplauda sin reservas. Ocurre en este caso lo mismo que dijimos al principio: nos desvelamos por adorar lo foráneo, lo que no nos pertenece. Es una actitud ya consustancial a nuestra propia idiosincrancia, que nos fue legada hace ya muchos lustros, y recientemente abonada en su más profunda raíz por dictadores tan siniestros como Porfirio Díaz, Rafael L. Trujillo, Rojas Pinilla, Ríos Montt, etc. Conste que no albergamos animosidad alguna contra el señor alcalde del pueblo citado. De él, en el plano personal, hemos recibido un trato afable, tanto que nos ha recibido en su oficina par de ocasiones, siempre de muy buen ánimo. Sin embargo, eso no implica que hemos ido a transarnos ni a venderle nuestras posturas y convicciones. Eso jamás. Una comunicación social seria, ejercida con verdadera autonomía, debe caracterizarse por su espíritu crítico, sobre todo frente a las figuras que detentan poder político.¿Por qué el liderazgo hispano, en lugar de postrarse ante los pies del poder, no se ocupa de abordar ahora dos temas cruciales?: el del desplazamiento paulatino que se opera en contra de los hispanos de la Villa de Haverstraw y el alza desmesurada de los impuestos a la propiedad inmobiliaria, que para este año rondará el 80%. Son los últimos regalos de estas gentes a las que defendemos con uñas y dientes. Estemos listos, pues, con los pantalones otra vez en el suelo, para recibir estas nuevas nalgadas...(Johan Rosario).-

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