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En época de fiestas, más estadounidenses piensan en comprar armas


Cada año, cuando llega el llamado Viernes Negro a Estados Unidos (el día a finales de noviembre con significativas rebajas que da inicio a la temporada conercial navideña), los consumidores hacen largas filas desde la madrugada para comprar televisores, computadores o electrodomésticos. Pero, en 2011, un producto llamó más atención que nunca e incluso rompió récords: las armas de fuego.

Según reveló inicialmente el diario USA Today, el FBI (sigla en inglés del Buró Federal de Investigaciones) recibió ese día 129.166 peticiones de revisión de antecedentes, un documento requerido por ley para los posibles compradores. 

El 25 de noviembre no sólo se consolidó históricamente como el día en que el FBI recibió el número más alto de peticiones, sino que superó en 32% el récord previo del Viernes Negro de 2008, cuando al FBI llegaron 97.848 solicitudes.

 El FBI le confirmó a BBC Mundo que las estadísticas no representan el número de armas que efectivamente fueron vendidas. Esto se debe a que, por ejemplo, hay personas que pudieron haber reprobado la revisión y otras que con una sola petición compraron más de un arma de fuego.

Lo que sí prueban los datos del FBI es cómo el frenesí comercial del Viernes Negro, una fecha en que los estadounidenses salen masivamente de compras, reveló el interés de un alto número de estadounidenses por tratar de adquirir armas de fuego.

Visiones encontradas

El debate sober el porte de armas es uno de los más controversiales en Estados Unidos y hay visiones contradictorias cuando se busca entender las razones detrás del interés durante el Viernes Negro.

Josh Sugarmann, director y fundador del Centro para las Políticas de la Violencia (VPC, por sus siglas en inglés), una organización que busca prohibir el porte de armas, le restó importancia a la noticia y le explicó a BBC Mundo que es simplemente un tema de márketing.
"La razón principal de ese aumento es que la industria armamentística se está volviendo experta en hacer mercadeo de su producto a un grupo decreciente de portadores de armas en este país", señala.

Para sustentar su argumento, Sugarmann menciona un documento de VPC basado en datos recolectados por la Encuesta Social General de la Universidad de Chicago, que explica que el porcentaje de hogares estadounidenses que reportó tener un arma en casa cayó en 40% entre 1977 y 2010.

Entre los factores que contribuyeron al decrecimiento, según el informe, están la pérdida de interés de los jóvenes por las armas, el final del reclutamiento militar, la popularidad en caída de la caza y el aumento en los hogares liderados por una mujer.

"La industria aprovechará cualquier cosa para lanzar el argumento de que Estados Unidos es un país de armas, de que las ventas están creciendo y la industria está saludable", añade Sugarmann.

 Tendencias

Por su parte, Lawrence Keane, vicepresidente de la Fundación Nacional de los Deportes de Tiro (NSSF, por sus siglas en inglés), un gremio comercial de la industria armamentística en Estados Unidos, indicó que lo importante no es observar el crecimiento de ese día en particular, sino cómo el Viernes Negro se enmarca en otras perspectivas generales.

"Lo que vemos es una tendencia fuerte y un incremento en el número de individuos que están comprando armas por primera vez, un incremento grande y significativo de las mujeres que están comprando armas para su defensa propia y participando en deportes de tiro", le dijo a BBC Mundo.

Un sondeo de la encuestadora Gallup, de septiembre de 2011, indicó que el 47% de adultos de Estados Unidos reportó tener un arma en la casa, un incremento si se compara con el 41% del año anterior. Fue el nivel más alto reportado por Gallup desde 1993.

"Nosotros creemos que parte de lo que está pasando se debe a que el público estadounidense se está dando cuenta de que de veras tiene el derecho constitucional para comprar un arma", dice Keane.

Basa su argumento en dos fallos recientes de la Corte Suprema de Estados Unidos que ratifican la Segunda Enmienda de la Constitución, que protege el derecho de los ciudadanos a portar armas.

"Para muchos estadounidenses, la Segunda Enmienda es tan importante como la Primera, sobre la libertad de culto y de expresión. No están simplemente comprando un producto. Están ejerciendo un derecho individual, fundamental y constitucional", argumenta.

Sugarmann, sin embargo, disiente: "Pensamos que la Corte Suprema decidió el caso de manera incorrecta, pero la decisión es la decisión. Sin embargo, argumentar que las personas están saliendo a comprar armas para celebrar los fallos parece un poco exagerado".

Independientemente de las posturas de los dos analistas, lo cierto es que el Viernes Negro reveló que justo después de los festejos del día de Acción de Gracias, un número importante de estadounidenses salió a las calles con un objetivo claro: adquirir un arma de fuego.



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