1. Procura trasladarte en transporte público: trenes o autobuses. Para trayectos cortos puedes utilizar la bicicleta, si no es peligroso, el ejercicio te mantendrá en buena forma.
2. Recicla y reutiliza el papel. Reutiliza las caras blancas de los documentos impresos. Fotocopia e imprime a doble cara.
3. Apaga el ordenador y la pantalla cuando no la utilizas. Puedes cambiar la configuración en las opciones de protección de pantalla.
4. Elige bombillas de bajo consumo. Consumen entre un 80% menos energía y duran 8 veces más. Además evitaremos la emisión a la atmósfera de casi media tonelada de CO2.
5. Mientras te laves los dientes o te enjabonas en la ducha cierra el grifo de agua. Ahorra agua. Acumula agua de lluvia.
6. Descongela el frigorífico antes de que la capa de hielo alcance 3 mm de espesor: podrás conseguir ahorros de hasta el 30%. Ajusta el termostato para que mantenga un temperatura de 6ºC en el compartimiento de refrigeración y 18ºC en el de congelación. Utilizar frigorificos que utlizan tecnlogía "No Frost".
7. Regula la climatización: Por cada 1ºC de aumento en verano podrás ahorrar entre 6-7% de energía al adecuar el termostato del aire acondicionado a 25ºC. Por cada 1ºC de disminución en invierno podrás ahorrar entre 6-7% de energía al bajar el termostato de la calefacción a 19º o 20ºC.
8. En verano, instala toldos, cierra las persianas y corre las cortinas durante el día, evitarás el calentamiento de la casa. Ventila la casa cuando el aire de la calle sea más fresco (primeras horas de la mañana y durante la noche). Un ventilador, preferentemente de techo, puede ser suficiente para mantener un adecuado confort.
9. En invierno, aísla la casa o el edificio, baja las persianas y durante la noche, cierra las cortinas, evitarás pérdidas de calor. Baja el termostato de la calefacción a 19º y 20ºC es más que suficiente para estar confortable. Mientras aireas, apaga la calefacción. Con mantener 10 min. abiertas las ventanas obtendrás una correcta ventilación y ahorrarás energía.
10. Libérate del exceso de químicos: En la mayoría de nuestros hogares se pueden encontrar cientos de sustancias químicas, principalmente en los productos de limpieza y pesticidas. En la su mayoría estos productos son nocivos para el ser humano, y su uso prolongado esta relacionado con enfermedades como el Parkinson o el cáncer entre otras. La mejor opción es tratar de liberar nuestros hogares de la mayor cantidad de químicos reemplazando estos por productos orgánicos (desde limpieza hasta los alimentos).
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