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Trujillo permanece en mente del dominicano

 
La vida del pueblo dominicano ha quedado marcada por el régimen del dictador Rafael Leonidas Trujillo, quien asumió el país como una finca de su propiedad y dispuso el destino de sus opositores.

A 50 años de decapitada la tiranía, Rafael Leonidas Trujillo está vivo en el imaginario de poder del pueblo dominicano, considera el historiador José Miguel Soto Jiménez, aunque para Roberto Cassá, director del Archivo General de la Nación, expresiones como “En el país hace falta un Trujillo” obedecen a la ignorancia de esa época de espanto, opresión extrema, asesinatos, pobreza y explotación generalizada.


Cassá, reconocido historiador, entiende que un retroceso autoritario en el país no es descartable. Estima que la llamada democracia que vive el país tiene fallos tremendos y es posible que en determinados vacíos, de quiebres económicos y confusiones políticas emerjan propuestas abiertamente autoritarias. “Eso no es descartable, lo que es descartable es un retorno al trujillismo, a un ordenamiento tan atroz, extremo y totalitario”, aclaró Cassá.

Para Soto Jiménez esta democracia, de indudables logros en términos de las libertades públicas, tiene una gran vergüenza que son 6 millones de pobres, y los vacíos de contenido de su sistema en una transición imperfecta.

Mientras que el sociólogo Antinoe Fiallo considera que hay una continuidad del autoritarismo como herencia trujillista que ha predominado en el país como sociedad injusta.

El 30 de mayo de 1961, el dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina fue muerto en la carretera que hoy lleva por nombre la fecha de su ajusticiamiento. Al momento de ser interceptado, Trujillo se dirigía a una de sus fincas ubicada en la provincia de San Cristóbal. Controló el país con manos de hierro desde 1930 y hasta su muerte.

Cassá

El historiador Cassá entiende que lejos de cualquier solución autoritaria, que no aportaría remedios a los problemas del país, lo que se requiere es el desarrollo democrático, progresivo, social y políticamente.

Lo que se plantea, dijo, es una lucha social cívica a favor de reformas, cambios, desarrollo democrático, superación de las injusticias y de la falta de equidad, que es el gran problema de la sociedad dominicana.

“Este país está caracterizado por una minoría de elevados ingresos y una mayoría de más del 60 por ciento de la población que vive en la pobreza”, agregó.

Dijo que a los jóvenes les resulta muy difícil entender, a menos que acudan a la lectura y a la instrucción histórica, lo que era el país hace cincuenta años.

“Esto es una sociedad muy distinta en el aspecto de su composición clasista, pero más todavía en cuanto a las actitudes y valores, niveles educativos”, manifestó.

Trujillo, indicó, no aupó cambios socios demográficos. Por ejemplo, trataba de impedir la afluencia de la población del campo a la ciudad, trataba de restringir la burguesía y la clase media.

Actualmente, existe una gran clase media, pero un campesinado sumamente reducido.

Una población urbana marginal enorme, que bajo Trujillo empezaba a aparecer.

Soto Jiménez

El ex secretario de las Fuerzas Armadas cree que con la desaparición de Trujillo fue asesinado el miedo de tres décadas para dar paso a la democracia, pero que ha sido una transición imperfecta.

Critico la falta de seguridad ciudadana y la crisis económica denuncian que la democracia presenta un vacío de contenido social.

“La gran tarea a 50 años es volver a ajusticiar a Trujillo de forma virtual del imaginario del pueblo dominicano”, insistió.

Observa que Trujillo no solo está “vivo” en los escombros, ruinas y en el régimen neo patrimonialista que él fundó, sino en el imaginario del pueblo dominicano. “De ahí nadie lo ha podido desalojar”.

Para basar su argumento se refirió a que el presidencialismo dominicano es una herencia de Trujillo.

Ve que Trujillo está “vivo” en cada ministro de Estado de todos los gobiernos de los últimos 50 años.

“Cada ministro es un trujillito en cada ministerio”, expresó.

Sigue vivo en la manera de ser rico de la clase oligárquica, de querer tener una villa en la playa, con varias “queridas”.

Para los dominicanos la democracia ha sido votar cada cuatro años, mientras que en su subconsciente sigue galopando los caballos del régimen de los caudillos.

Figura
Báez: Mentalidad
Frank Báez, doctor en sociología y catedrático universitario, dijo que puede haber sectores muy reducidos que quizás realcen la figura del tirano, pero que en el país no vive el trujillismo.

Miedo
Antinoe: Espionaje
Antinoe Fiallo dijo que hay muchas maneras de construir el miedo social y personal y ello continua incluso en la era digital, con la represion, el espionaje y las muertes intencionales que todavia son comunes y diarias.

SOTO JIMÉNEZ
Justicia, libertad y equidad en el pueblo
Soto Jiménez opina que a 50 años no se han cumplido los propósitos de la gesta del 30 de mayo, la expedición del 14 de junio de 1959, ni el arribo de Juan Bosch.

ANTINOE FIALLO
La herencia de Trujillo: democracia en comillas
Trujillo no es un fantasma, es una experiencia historica dictatorial que sembró sus herencias: Joaquin Balaguer y luego una democracia entre comillas. 

*Listín Diario.

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