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Abraham Montilla: su brutal asesinato también me ha matado un poco el alma

El asesinado policía distrital de Canca la Piedra, Alberto Abraham Montilla, figura, en chaqueta negra, detrás del Director José Santana
Dónde estás, amigo, por dónde andas? Qué hacer para aceptar que te que nos llevaron de un modo tan canallezco un domingo hijo del demonio? Cómo entender que apagaron de una manera tan cruel la luz de tu mirada, que dejaron en tinieblas tus sueños? Por qué mataron todas las posibilidades hermosas que tenías a tus pasos. Hoy la aflicción se nos cuela hasta los huesos, y el viento sopla insistentemente buscando a un Montilla que ya no está entre los vivos. Por eso, como el poeta, quienes le quisimos proclamamos llenos de dolor: Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado.Temprano levantó la muerte el vuelo, temprano madrugó la madrugada, temprano estás rodando por el suelo...

 Por Indiana Rosario 

"¡Llora!, no te avergüences de confesar que me has querido un poco". Gustavo Adolfo Bécquer 

New York: Son las 1:41 de la madrugada. Por un instante, creí que no podría escribir unas palabras sobre esta valiosa persona a la que conocí, respeté y admiré, por su forma de ser, a pesar de ser tan joven, en el tiempo que ocupé el cargo de Tesorera de la Junta Distrital de Canca la Piedra. Allí, Alberto Abraham Montilla, Policía Distrital sobresaliente, ocupaba un lugar especial por ser uno de los mejores y más eficientes jóvenes de la gestión.
Sus caracteristicas imcomparables lo llevaron a ser uno de los policías que gozaba de mayor consideración entre todos lo que allí laborábamos y sobre todo en la comunidad. Vilmente, unos desalmados apagaron toda la luz que de él emanaba tras golpearlo hasta la muerte con varios objetos contundentes en Licey Al Medio.
Hoy quizás no tenga comprensión alguna sobre la vida y sus muchos misterios. Hoy, quizás, simplemente, no quiera comprenderlos y es que no merecías este final, Montilla, y menos a tu corta edad. Prefiero pensar que duermes, o que duermo y despierto, y respirar aliviada diciendo: -Qué mal sueño. Pero no, mientras más minutos pasan, más me doy cuenta de que esta hora vertical y cruel es verosímil , y confirmo que la llamada telefónica que recibí desde RD no fue nada onírico, que ciertamente una voz desbaratada me disparó al alma: -Hermana, ha sucedido una tragedia, Montilla ha muerto, lo han asesinado. Esas fueron las primeras palabras de Isaura Clase, las que me dejaron en estado absorto, paralizada, al escucharlas punzantes y precisas no solo en mis oidos, también en mi corazón.
En ocasiones, una siente que las circunstancias de la vida juega pasos, que dejan pasmadas y sin habla a tantas personas. Tal caso sucede en estos momentos, para todos los que de una manera u otra tuvimos la oportunidad de conocer y compartir a fondo con este gran ser humano, "MONTILLA". Desde lo más profundo de mi alma, expreso un gran pesar y sorpresa, y es que no esperábamos, aunque es soberana la muerte, que se nos arrebatara a una persona tan joven y llena de vida, como lo eras tú. Y sobre todo a un ser humano único, por sus sobradas virtudes y cualidades.
Por eso, hoy no podemos callar y es que este tipo de despedidas que marcan el abandono del mundo terrenal funcionan como una suerte de catarsis, ante la necesidad de poner en manifiesto nuestros sentimientos, nuestro dolor, nuestro pesar ante tal tragedia. En este momento no divisamos un horizonte que dé esperanza a la angustia que nos clavaron en el alma, la muerte sigue siendo infranqueable e inevitable, pero, somos conforme cuando tenemos el consuelo de no sufrir una pérdida tan trágica como el asesinato de un ser querido.
Sabemos que Dios no lo ha decidido así, y es que él, es justo y consciente y no aprueba semejante manifiesto de bandalismo e inconsciencia. Nos duele la forma infame cómo sucedieron las cosas, y por eso la incomprensión del tema, porque estos hechos tan horribles marcan de manera terrible la vida de quienes lo conocimos. Sin embargom, estamos seguros, que por acciones como estas, que generan tanto dolor, al menos la justicia divina condena a sus infractores, a esos, que no merecen ser llamados HUMANOS, pues quitarle la vida a alguien de esa manera y debastar tantos corazones, es un acto de puro salvajismo.
Alberto Abraham Montilla poseía tantas cualidades especiales. Cómo explicarle a sus asesinos que nos han causado un dolor lleno de confusiones, lleno de preguntas, lleno de sorpresas y palabras que no encontrarán jamás respuestas. Cómo explicarles a sus asesinos que le han quitado a la patria y a Canca a un joven respetuoso y lleno de sueños. Cuánto quisiéramos poder luchar para aferrarte a la vida, pero unos seres despreciables y sin conciencia te han arrancado la posibilidad de seguir viviendo y teniendo sueños, han golpeado lo mas profundo de tantas almas, que aún en tu muerte fisica, te admiramos y queremos, y es que Montilla, ganó el cariño de todos, con su mirada protectora y fiel a los suyos, con su entrega al trabajo, por el amor que expresaba en cada una de sus accioness, cómo explicar, cómo decir, cómo expresar, que Canca la Piedra perdió a uno de sus mejores hombres.
Todos los que hoy lamentamos tu deceso, sabemos que tenemos que estar listos, para un fin inevitable, pero lo que no esperábamos, es que ocurriera de esta manera. Dónde estas amigo, por dónde andas, qué hacer para aceptar que te que nos llevaron de un modo tan canallezco un mal domingo? cómo entender que apagaron de una manera tan cruel la luz de tu mirada, la luz de tus ojos, que dejaron en tinieblas tus sueños, por qué apagaron las posibilidades hermosas que tenías a tus pasos, hoy el dolor de nuestra angustia se cuela hasta los huesos, y el viento sopla insistentemente buscando dónde está Montilla, y es que no podemos pensar que ya no estarás aquí.
No encuentro razonamiento alguno que me haga comprender cosas, cómo, el por qué, las mejores personas, son las que antes se alejan de tu vida, y es que como estas podría recordar tantas injusticias, miles que no logro entender y que cuestan trabajo aceptar. Serás un espíritu que siempre perdurará en nuestros corazones, serás un ángel, un protector de todos los que te quisimos, porque así fuiste en vida. A lo largo de tu servicio en el ayuntamiento, puedo personalmente decir, que la vida nos regala la presencia de seres irrepetibles, a los que tenemos la suerte de conocer, personas que con su sola presencia irradian amor y sinceridad, y hacen que todo aquel que esté a su lado se sienta dichoso.
Así eras tú Montilla, mientras sigamos viviendo, formarás parte de nosotros, cada palabra que pronunciaste quedará sellada en nuestros labios, cada gesto que hiciste, quedará grabado en nuestra mente, tu abrazo estará para siempre en nuestros cuerpos y cada mirada amorosa que nos brindaste, quedará en nuestro corazón. Hasta siempre Montilla, no has muerto, pues, siempre vivirás en cada uno de nosotros... "Dios ha querido que la mirada del hombre fuese la única cosa que no se puede ocultar".

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