Un tribunal argentino desestimó en un caso de divorcio que los correos electrónicos de intercambio erótico constituyan una prueba de adulterio porque no se ha comprobado que se haya consumado el encuentro carnal, informó este miércoles una fuente judicial.
'No basta con el intercambio de palabras o mensajes cargados de erotismo y de fantasías entre los dos polos de comunicación de la red pues la infidelidad virtual, en tanto no pase a 3D (sic), no llega a consumar el encuentro carnal que configuraría el adulterio', según el fallo de la Sala M de la Cámara Nacional en lo Civil de Buenos Aires.
La denuncia la formuló un hombre, cuya identidad no fue difundida, en un juicio de divorcio en el que denunció que su esposa intercambiaba mails de contenido erótico con un centroamericano.
'Como tiene que estar probado el acceso carnal y como son fáciles de fraguar, un mail o un mensaje de texto por sí solos no son suficientes como prueba de adulterio', subrayó la Cámara.
'A mi entender, los recursos electrónicos en sí no prueban adulterio, pero sí pueden probar la injuria', dijo sobre el fallo el abogado de familia, Osvaldo Ortemberg.
Según el fallo, el denunciante exhibió al tribunal mails 'con expresiones de matiz amoroso y por momentos eróticos' y una lista con llamados telefónicos y el envío de una encomienda.
La mujer contraatacó diciendo que su marido la engañó dos veces con su propia hermana y que también le había sido infiel con la esposa de un compañero de trabajo.
El resultado fue que ambos fueron considerados culpables por el tribunal pero por haberse injuriado.
