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Francina Hungría: “No vale la pena llorar por la cosecha perdida”


Francina confía en que podrá volver a ejercer su profesión.

La ingeniera recibió un disparo en la cara por parte de delincuentes que intentaban quitarle su vehículo para huir tras realizar un asalto. La frase no concluye ahí, la joven continúa diciendo: “Yo soy una mujer que me considero muy independiente, muy trabajadora y pensar en toda la lucha constante que tiene el joven dominicano por progresar. E entonces yo siento que había logrado muchas cosas y de un momento a otro todo se fue abajo, pero al mismo tiempo siento que como lo hice anteriormente puedo hacerlo de nuevo y eso se va a dar con el tiempo”, asegura con firmeza. 

Se levanta diariamente entre las 5:30 y  6:00 de la mañana y se acuesta tarde, durmiendo de cuatro a seis horas al día. “A veces me mueven las cosas de lugar, no encuentro el jabón en el baño o no encuentro la pasta de dientes, es un proceso de adaptación para todo el mundo, crear un habito de dejar todo en su lugar”. 

Sin ningún complejo se quita los lentes oscuros y muestra su rostro. “Tengo un ojo acrílico de ese lado, el que fue removido, y este otro es mi ojo pero está bastante chiquitito y bastante enfermo, algunos médicos han sugerido que sea extirpado, pero mantengo la fe y la paciencia de que pueda haber un tratamiento que me ayude”.  


Sostuvo que se ha superado mucho y que ya conoce el abecedario completo y los números en braille, en la cual, asegura es muy buena. 

“No pienso frenar porque mi prioridad es reintegrarme a la computadora, Excel, Microsoft Proyect, que son programas que yo utilizaba en mi profesión, y pueda ejercer alguito, hay pocos ingenieros no videntes”, dice con fe de que  podrá volver a ejercer.

Ayer Hungría acudió a la Fiscalía del Distrito Nacional para ser evaluada por un médico legista. Las certificaciones servirán para la acusación contra quienes la pusieron es esta situación y la constitución en actor civil. *EL CARIBE

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