La autora de “Papi”, “El juidero” y “La
estrategia de Chochueca” abandonó en Nueva York la música para retornar a
la literatura.
¿Quién es tu lector perfecto?
Uno que sufre episodios paranoides mientras lee la obra en lo que piensa que la he escrito solo para él y sobre él.
¿Qué libros están en este momento en tu mesita de noche?
The Slave Ship, de Marcus Rediker; Musicophilia, de Oliver Sacks (el autor de Awakenings) y Las vidas, de Plutarco.
¿Cuándo supiste que ibas a ser una escritora?
Como a los 14 años yo andaba por ahí diciendo que ya ERA escritora, con un Ecce Homo de Nietzsche en el bolsillo de atrás del pantalón, para que todo el mundo lo viera. Me sentía parte de un club exclusivo.
¿Qué libros cambiaron tu vida?
Creo que los libros van cambiando a uno toda la vida, pero los que
leemos antes de los 25 son los que golpean más duro. Para mencionar
algunos: Los miserables, de Víctor Hugo; Huckleberry Finn, de Mark Twain; La divina comedia; Black Boy de Richard Wright; El siglo de las luces, de Alejo Carpentier; Naked Lunch, de Burroughs; Los cachorros, de Vargas Llosa; Las armas secretas, de Cortázar, y los segmentos sobre mitología griega que venían en la enciclopedia Lo sé todo.
¿Cuál es tu rutina diaria para escribir?
No tengo rutina, ahora mismo estoy en el vaciado de varias ideas de
novela. Dibujo, escribo pequeñas viñetas sobre los personajes, hago
mapas sobre las relaciones de estos y leo cosas que necesito saber.
¿Qué música te ayuda a escribir?
El hardbop, el jazz producido de 1955 a 1965, más o menos. Coltrane, Art Blakey, Lockjaw Davis, Lee Morgan, Clifford Brown.
Si comes algo mientras escribes, ¿qué comes?
Cuando escribo estoy en un estado de exaltación natural, solo me apetece café, dulces y agua.
¿En qué lugar escribes mejor?
En mi casa, acompañada solo por mi amor, a quien siento haciendo sus cosas en algún lugar de la casa.
¿En qué momento estuviste más contenta?
Este es un buen momento, comienzo a cosechar los frutos de la
tranquilidad que me ha traído el haber abandonado la farándula. Los
treinta tienen su vaivén, pero para la segunda mitad ya hemos aceptado
que somos adultos para el resto de la vida y lo llevamos mejor.
¿Cuándo te sientes lo más libre?
En el mar, sola.
¿Cuál fue el mejor consejo que te dio un familiar?
Que no hay miedo que no se quite con un buen par de padrenuestros.
¿Cuál es tu lugar favorito en el mundo?
La Habana en el año 2020.
¿Qué libro te habría gustado escribir?
Una historia de la energía eléctrica en la República Dominicana.
¿Quién quisieras que te pusieran a tu lado durante una cena?
A Meryl Streep.
¿Qué personaje literario se parece a ti?
Casaubon, del Péndulo de Foucalt.
¿Qué cambiarias si pudieras echar para atrás tu vida?
Hubiese sido más generosa con mis seres queridos.
¿De qué obra tuya estás más orgullosa?
De la que estoy por escribir.
¿Qué significa ser una escritora?
Alguien que tiene muchas manías y logra hacer algo productivo con ellas, incluso, hasta vivir de ellas.
¿Qué autores han influido más en ti?
H.P. Lovecraft, más por sus universos que por su estilo; Lezama Lima,
Dante Alighieri, Camus, Severo Sarduy, Freddy Prestol Castillo, Borges,
William Burroughs, Gertrude Stein, J.D. Salinger…
Si te quedaras atascada en un ascensor, ¿con quién quisieras estar?
Con alguien que tenga unas barajas en el bolsillo y que tenga algunos juegos que enseñarme.
¿A qué le tienes miedo?
A las fuerzas oscuras que nos habitan.
¿Cuál fue la primera novela que leíste?
Robinson Crusoe.
