Alicia Ortega es, sin duda, un valioso activo del más importante patrimonio de la sociedad dominicana; ese que rescata las más luminosas esperanzas colectivas; ese que motoriza la justicia sin cuentos seudo legalistas ni dilaciones cómplices; ese que desmitifica falsas honras públicas o privadas; ese que eleva la verdad transparente como bandera; ese que salva la poca honra que queda de una democracia demasiado abusada, violada, golpeada, preñada y humillada; ese mismo: el gran patrimonio que es la libertad de prensa. Cuidemos a Alicia.
alicia yo vivo en boston y he leido tus oticias en la web. yo estoy de acuerdo con tigo ese es tu trabajo y por eso no te deje intimidar de nadie ese senor es un delincuente vestido de oveja especial mente yo te apoyo 100x100 para alante con tu trabajo ni un paso atras.que dios te vendiga y te cuide.
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