¡Por fin!
El presidente Hugo Chávez arribó esta madrugada a Santo Domingo procedente de Buenos Aires, en visita relámpago para participar, junto al presidente Leonel Fernández, en el acto de formalización de la compra por parte de Venezuela del 49 por ciento de las acciones de la Refinería Dominicana de Petróleo (Refidomsa). Con la firma de ese contrato, a cargo del ministro venezolano de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, y del ministro de Hacienda de República Dominicana, Vicente Bengoa, se pone fin a mucho tiempo de especulación en torno al posible fracaso de la operación, a causa de posibles desavenencias diplomáticas entre Chávez y Fernández. El presidente Chávez adelantó que la participación accionaria del estatal Petróleo de Venezuela (Pedvsa) permitirá a Refidomsa refinar crudo venezolano para reexportarlo a otras naciones del Caribe, lo que supondría la ampliación de esas instalaciones, que actualmente refina menos de 30 mil barriles diarios. Por esa y por muchas razones más, la operación de venta que por fin hoy se formaliza, de una porción accionaria de la Refinería a la petrolera estatal de Venezuela, será de gran provecho para República Dominicana. No se diga que ese contrato ata designios nacionales a otro Estado, porque si así fuera, hace tiempo que la República quedó amarrada a intereses de otras naciones, como Estados Unidos, España, Canadá y Francia que poseen grandes inversiones en sectores estratégicos de la economía, como minería, comunicaciones y energía. La breve presencia de Chávez se aprovecha también para relanzar el Acuerdo Petrocaribe y para la firma de un convenio sobre cooperación en la lucha contra el narcotráfico. Se requiere ahora que el Gobierno explique los alcances, conveniencias o limitaciones de esa operación de venta a Venezuela de una porción accionaria de Refidomsa. Ojalá que la honrosa visita del presidente Chávez sirva para subsanar asperezas o malos entendidos entre los gobernantes dominicano y venezolano, que están obligados a mantener y consolidar las proverbiales relaciones entre ambos pueblos. La alianza domínico venezolana en la operación de la Refinería ayudará a estabilizar el mercado de combustibles e impulsar el desarrollo nacional.
El presidente Hugo Chávez arribó esta madrugada a Santo Domingo procedente de Buenos Aires, en visita relámpago para participar, junto al presidente Leonel Fernández, en el acto de formalización de la compra por parte de Venezuela del 49 por ciento de las acciones de la Refinería Dominicana de Petróleo (Refidomsa). Con la firma de ese contrato, a cargo del ministro venezolano de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, y del ministro de Hacienda de República Dominicana, Vicente Bengoa, se pone fin a mucho tiempo de especulación en torno al posible fracaso de la operación, a causa de posibles desavenencias diplomáticas entre Chávez y Fernández. El presidente Chávez adelantó que la participación accionaria del estatal Petróleo de Venezuela (Pedvsa) permitirá a Refidomsa refinar crudo venezolano para reexportarlo a otras naciones del Caribe, lo que supondría la ampliación de esas instalaciones, que actualmente refina menos de 30 mil barriles diarios. Por esa y por muchas razones más, la operación de venta que por fin hoy se formaliza, de una porción accionaria de la Refinería a la petrolera estatal de Venezuela, será de gran provecho para República Dominicana. No se diga que ese contrato ata designios nacionales a otro Estado, porque si así fuera, hace tiempo que la República quedó amarrada a intereses de otras naciones, como Estados Unidos, España, Canadá y Francia que poseen grandes inversiones en sectores estratégicos de la economía, como minería, comunicaciones y energía. La breve presencia de Chávez se aprovecha también para relanzar el Acuerdo Petrocaribe y para la firma de un convenio sobre cooperación en la lucha contra el narcotráfico. Se requiere ahora que el Gobierno explique los alcances, conveniencias o limitaciones de esa operación de venta a Venezuela de una porción accionaria de Refidomsa. Ojalá que la honrosa visita del presidente Chávez sirva para subsanar asperezas o malos entendidos entre los gobernantes dominicano y venezolano, que están obligados a mantener y consolidar las proverbiales relaciones entre ambos pueblos. La alianza domínico venezolana en la operación de la Refinería ayudará a estabilizar el mercado de combustibles e impulsar el desarrollo nacional.
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