Ya casi entra el verano, y con con el llega la temporada de mangos. Como es de rigor, los gerentes de las tiendas de las esquinas y semáforos de Santo Domingo ya cambiaron las mercancías y ahora predomina el Mango. Esa fruta dulce que tanto gusta a los dominicanos. El mango tiene su ritual para degustarse: debe comerse con las manos, sentado en una silla con la gorra hacia atrás, con la camisa remangada, con las piernas abiertas y con una cantidad no menor de 7 mangos; pues no tiene sentido ensuciarse las manos con un solo mango. También se debe tener al lado una pequeña toalla y un recipiente donde poner la cascara y las semillas. Debe comerse solo, sin compañía, porque solo así se disfruta sin tabúes el placer de chupar la semilla hasta que quede blanca. A esto se le llama “El Salón De Belleza”, pues si alguien pasa y te ve chupando una semilla de mango, probablemente te dirá: Hey, ‘Ta peinando a la rubia !
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