Sentados en una mesa del Palacio Presidencial, el director de impuestos internos Juan Hernández se dirige al Presidente de la República, Dr. Leonel Fernández y explica: Sr. Presidente, el presupuesto de gastos para este año es muy elevado y las proyecciones de recaudación de impuestos es baja; esto significa que nuevamente tendremos un déficit presupuestario ¿Qué hacemos? Con su habitual parsimonia, el Presidente Fernández se pasó la mano sobre su copioso bigote y respondió: Sencillo Juan, sencillo. Crearemos una nueva ley de tránsito que obligue a todos usuarios del servicio de transporte a tener una "Licencia de Pasajeros". Esto significa que todo el que se monte en el asiento del pasajero deberá obtener una licencia con un costo de 20 pesos mensuales. Esto representará un ingreso adicional de…(muchos cuartos)… y los agentes de AMET establecerán una multa de 40 pesos a los pasajeros que no porten sus licencias. ¿Qué te parece? Con rostro de admiración, Juan Hernández exclamó: ¡Excelente! Sr. Presidente; ¡Excelente! Usted es un genio. Gracias, gracias Juan –respondió orgulloso el Sr. Presidente mientras era observado por el plomero del palacio que en aquel momento terminaba de reparar el inodoro presidencial. A partir de aquel momento, los agentes de AMET realizan eficazmente su trabajo.
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