Es como si de un boomerang se tratara, pues en la lógica de cualquier sociedad regida por cánones y principios morales, la sola acusación, por temeraria, habría desembocado en un rechazo al menos provisional del artista señalado hasta tanto se ventile un juicio en relación a los graves hechos sacados a la luz y se lo encuentre inocente. Sin embargo, todo lo contrario se registra. Los temas de Frank Reyes atronan como nunca en las principales estaciones del amargue, y llega a ser tal el fenómeno, tan desbordado el asunto, que hasta emisoras tradicionalmente desligadas de la bachata, han comenzado a sonar de modo profuso al bachatero. Parece que, peso a lo mal y sórdido que aparentan, estos escándalos mediáticos terminan redundando en beneficio de los artistas. Ya lo sabían Madona, Bieber, Britney, y en en el plano local Omega o El Lápiz. Frank viene a engrosar la lista.
24 Horas, el último hit de Reyes
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