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Los pobres que viven de ser pobres

Los pobres que viven de ser pobres

Estaba en ello cuando, de una casa de concreto con ventanas de vidrio, pintada con bonitos colores, con un patio grande que tiene hasta jardín con rosas, que estaba a mis espaldas, salió una muchacha evidentemente bien alimentada, un niño hermoso y más atrás un hombre joven y me sorprendieron en mi concentración tomando fotos:Hace unos días viniendo de San José a Bagaces,  que es donde vivo, tuve problemas con mi carro. Había pasado la bomba que está antes de llegar a Palmares y tuve que parar para atender el problema.
Mientras esperaba a un mecánico de la zona, tuve tiempo para observar los alrededores. Al levantar la vista sobre la orilla contraria adonde estaba estacionada, me sorprendió  poderosamente lo que vi: un acantilado (deslave, derrumbe) de aproximadamente 40 metros de alto y en la cumbre, sostenida por el Poder Divino, un par de cuchitriles a punto de derrumbarse con el próximo desprendimiento de tierra. Asombrada al observar que los cuchitriles están habitados, saqué mi cámara y procedí a tomar unas cuantas fotografías.
Ella: Buenas…. ¿Para qué son esas fotos?
Yo: hola buenas!!! Usted sabe quien vive ahí???   Y señalo el despeñadero.
Ella: ahí vive mi mamá…¿para qué son las fotos?

Yo: Cómo… su mamá?  pero está a punto de caer en esa peña con todo y casa!!!!
Ella: Diay, así es este país, nadie le ha dado la gana ayudarle a buscar donde acomodarse.
Hombre joven (esposo de la muchacha) viera como hemos pedido que los vengan a reubicar, hemos ido a todo lado.
Yo observo la propiedad donde viven ellos  y veo que hay suficiente espacio para trasladar los materiales de la casa de arriba y construir  con dedicación y cariño un lugar más seguro.
Yo: y ustedes como supieron que yo estoy aquí afuera tomando fotos?
Ella: porque mi mamá me llamó por celular y me dijo que viniera a ver quién era usted.
Efectivamente en lo alto del despeñadero, en un área del cuchitril que está suspendida en el vacío se asoma por una ventana una cabeza humana,  mirando cómo se desenvuelve el evento. Y en la mano de la muchacha, que me interroga para saber si por fin alguien les va a regalar otra casa, hay un Iphone 5 nuevo de paquete; el mío es  4 y está quebrado por los dos lados y arreglarlo cuesta una fortuna.
Ella: y usted es de alguna institución o algo de  la comisión de emergencia?
Yo: No, no, yo sólo estoy tomando fotos porque me sorprende como un ser humano no es capaz de ponerse a salvo y no morir en el intento de conseguir algo gratis.
Estos son los pobres que viven de ser pobres.

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