Jaime David Fernández evadió abordar el tema de la cementera en Los Haitises durante una reciente comparecencia en New York. Dura encrucijada la de quienes traicionan tan vilmente al pueblo: tienen que pasársela huyendo, tapándose la cara, cual deudor escurridizo que siempre cruza de acera para evitar encontrarse de frente con el prestamista. El pueblo le prestó su confianza, creyéndolo serio por su estirpe, pero ha resultado un vagabundo más. De ahí que le asiste razón a cierto chusco que, a nombre del pueblo dominicano, ha parodiado una famosa salsa: "Jaime, te quemaste porque tú nos cambiaste por unas monedas".
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Voltear la cara, última salida de los charlatanes
Jaime David Fernández evadió abordar el tema de la cementera en Los Haitises durante una reciente comparecencia en New York. Dura encrucijada la de quienes traicionan tan vilmente al pueblo: tienen que pasársela huyendo, tapándose la cara, cual deudor escurridizo que siempre cruza de acera para evitar encontrarse de frente con el prestamista. El pueblo le prestó su confianza, creyéndolo serio por su estirpe, pero ha resultado un vagabundo más. De ahí que le asiste razón a cierto chusco que, a nombre del pueblo dominicano, ha parodiado una famosa salsa: "Jaime, te quemaste porque tú nos cambiaste por unas monedas".
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