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La mujer que fue masacrada por "canta malo"

NUEVA YORK.- Como colombiana al fin, Leidy Alcántara, de 25 años de edad, es fanática de las canciones de su compatriota Juanes. Una de sus preferidas es “A Dios le pido”. El fin de semana pasado ella fue a disfrutar del ambiente nocturno en el restaurante Bobby Valentine Sport´s Bar, que lleva el nombre de su propietario, el ex pelotero de Grandes Ligas y ex gerente de los Mets de Nueva York. El club está ubicado en Stamford, ciudad principal de Connecticut. Aprovechando que en el lugar mantienen un karaoke para cantantes aficionados, Alcántara pidió que le pusieran la pista de su canción favorita, pero no bien había comenzado a cantar desafinadamente las primeras letras del tema cuando comenzó a escuchar improperios desde el público. Las voces que sobresalían insultándola eran femeninas, pero muy lejos estaba la colombiana de percatarse que no sólo se trataba de un público más que exigente sino también agresivo. De repente, saltaron sobre la tarima seis jóvenes negras que la arrastraron hasta el piso, le entraron a patadas, la halaron por el pelo, la arañaron y le propinaron golpes en el vientre y las costillas. Ahora, la colombiana camina cojeando. La soberana paliza fue la reacción de las morenas a lo que consideraron una falta de respeto e “insolencia” para el cantautor creador de la canción y el público presente. La policía arrestó a las agresoras y las identificó por los nombres de Deja Hines, Chaniel MCray, Kiana Strinckland, Martisa Chambers y Daniele Swanson, todas con antecedentes penales, según reveló el teniente Sean Cooney, quien dijo no haber visto nunca antes algo semejante. El abogado de la colombiana anunció una demanda civil contra las acusadas por el ataque. Con hematomas desde la cabeza hasta los pies, cojeando y con fuertes dolores de cabeza, Alcántara relató sus peores momentos en el restaurante. “Se me acercaron, me dieron puños en la boca, me tumbaron al piso y cuando estaba llorando y tratando de cubrirme, siguieron dándome en el suelo”, añadió. Dijo que mientras cantaba las mujeres negras la interrumpieron varias veces, le lanzaron objetos, hasta que se levantaron de sus sillas para embestirla. Su esposo que la acompañaba y otros parroquianos la salvaron de una peor situación. Las seis acusadas tienen menos de 20 años de edad.

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