Como el Gobierno no es dado a rendir cuentas abundan las incógnitas sobre muchos aspectos de la economía. Sin embargo, en cuanto a la caída de las remesas procedentes al menos de Nueva York, la realidad resulta cada día más palpable. A los estudios sobre el flujo de dólares a la región se agrega la confirmación de los comerciantes dominicanos Miguel Acosta y Héctor Castillo en el sentido de que los envíos han bajado. Pero también han dado cuenta de que en la zona en que operan en Washington Heights también muchos establecimientos han tenido que cerrar a causa de la crisis económica. Pero, como si la crisis no tuviera el menor impacto en la economía, las autoridades dominicanas ni siquiera han parecido inmutarse. Al menos no se han sentido medidas para enfrentar la crisis. Los dos comerciantes calculan que a través de sus agencias las remesas desde Nueva York han disminuido entre un 6 y 7 por ciento en los últimos meses. Se trata de una bastante significativa. Pero parece que para una economía como la dominicana es poca cosa.
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