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A los intolerantes

 
El mejor escenario para poner a prueba la paciencia podría ser, sin duda, la oficina. Así lo piensa un porcentaje importante de mexicanos, un 72% opina que la tolerancia es una capacidad que suele ser muy preciada en su ámbito de trabajo. ¿Pero realmente la ponen en práctica? De acuerdo con una encuesta del portal laboral electrónico, Trabajando.com, los más aplicados en el tema son los empleados españoles, argentinos y colombianos (todos con un 97%), le siguen los chilenos, con un 96% de personas que reconocen ser tolerantes, luego vienen los mexicanos (95%) y finalmente los peruanos (93%). Aunque la tolerancia pudiera parece un bien "alcanzable", para algunos hay situaciones que -sencillamente- superan sus niveles de resistencia. ¿Qué es lo que más molesta? Un 41% de los argentinos se altera cuando algo le parece erróneo, en extremo. Lo mismo sucede con los peruanos (en 36% de los casos) y españoles (25%). En cambio, al 46% de los mexicanos le incomoda depender de otros para terminar sus tareas. La misma situación es la más conflictiva para el 37% de los colombianos y el 41% de los chilenos. A pregunta expresa sobre quién es la persona que hace "perder" la paciencia, con mayor frecuencia, el 57% de los peruanos reconoce que se trata de su jefe, al igual que un 54% de los españoles y un 49% de los argentinos. Para los mexicanos (en un 64% de los casos) lo más complejo es sobrellevar una situación con sus compañeros de área, lo mismo desespera a los chilenos y a los colombianos.

¿Tarea sencilla?

Ser tolerante en el campo laboral puede traer beneficios, como "lograr concentrarse en el trabajo sin perderse en detalles que restan calidad en los proyectos o actividades que se están realizando", indica la directora general de ese portal en México, Margarita Chico. Por ello, es indispensable aprender a manejar esa destreza, de lo contrario "el empleado cae en un grado de ansiedad, se ve inseguro, como si el jefe o compañero fueran capaces de poner en mal su trabajo .Y puede llegar al grado de sentir incapacidad para tomar decisiones", comenta la autora del libro Organizational Stress, Janet Cranwell-Ward. Si perder los estribos -como dice el refrán- se está convirtiendo en una situación común en tu trabajo, lo primero es preguntarse en qué momento de tu desempeño la relación con el jefe o compañero se volvió tan frustrante y por qué. En lista los comportamientos que te irritan, qué tanto intervienes tú en que la situación sea de esa manera, y cuál es la solución más inmediata para controlarlo y que no afecte tu rendimiento, sugiere el psicóloga de la Universidad del Valle de México, Liliana Pérez. Otro detalle importante, agrega, es que el colaborador entienda que su vida no gira, siempre, en torno al trabajo y sus preocupaciones. "En cualquier oficina, sin excepción encontrarás a un director o compañero que habla mal de los demás, suele fingir que labora pero no lo hace y sólo está por ciertos intereses en el puesto, o es desleal". En todos esos casos, dice el especialista, hay que enfrentar el problema, si es necesario, hablando con la persona o algún supervisor. Aunque lo más efectivo siempre es, como colaborador, establecer métodos de trabajo propios, en los que te centras en sacar tus resultados sin pensar que todo lo que hace "el compañero de enfrente" significa una amenaza.

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