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Bill Clinton se escapaba de noche a fornicar con la vecina durante la campaña de Hillary

El tipo disparaba y puede que dispare a todo lo que salta. Parecía que lo de Mónica Lewinsky había sido todo y que el 'affaire', tumultuoso y muy guarrón, había sido fruto de la enorme soledad que embargaba al hombre más poderoso del mundo, cuando se encerraba a cavilar en la Casa Blanca, pero no era así. Bil Clinton tenía otras amantes y algunas mucho más estilizadas, sensuales y experimentadas que la joven becaria que le hacía "solos de flauta" en el Despacho Oval. Y conservó las aficiones cuando dejo de ser presidente y su mujer se lanzó a la arena, intentando sentarse en el "trono". El libro Game change, escrito por los veteranos reporteros políticos John Heilemann y Mark Halperin, revela que Bill Clinton -entre otras muchas- tuvo una amante de armas tomar, en la época en la que Hillary luchaba denodadamente por la candidatura demócrata a la presidencia de Estados Unidos. Ella, que ya había tragado quina con lo de la Lewinsky, se enteró y se pertrechó para frenar el escándalo, convencida de que iba a saltar en polena campaña, como le ha pasado al primer ministro de Irlanda del Norte hace unos días. La señora Clinton tuvo que lidiar con Barack Obama, un joven senador de oratoria brillante y además con la líbido de su propio marido, el "Gran Salido" de la Casa Blanca. Game Change -Jugada maestra- acaba de irrumpir en las librerías con impactantes revelaciones sobre el proceder de algunos de los líderes con más poder del país. La mayoría son nombres clave del Partido Demócrata, cuando faltan pocos días para que Barack Obama celebre el primer aniversario de su juramento como presidente.

Una nueva era sexual

Para aquellos que vieron en el actual mandatario el símbolo de una nueva era de cambios, una lectura atenta de la publicación muestra una clase política enfrascada en incontables contradicciones entre su discurso público y sus escondidas ambiciones y debilidades personales. Ningún caso ilustra mejor los claroscuros de la vida pública que la nueva crisis del matrimonio Clinton, justo cuando Hillary se había convertido en la primera mujer con serias posibilidades de llegar a la Casa Blanca. Lo peor para ella no fue sólo constatar el hecho que su marido tenía un 'affaire' con otra mujer sino que el asunto estallara en el momento más inoportuno, durante el periodo más intenso de las elecciones primarias donde se jugaba su candidatura a la presidencia frente a Obama.
La vecina "cachonda"

Según el "Enquirer", Clinton aprovechaba las estancias de Hillary en Washington para frecuentar la casa de su vecina, bien entrada la noche y con los niños ya dormidos. La revista señala que fue ella quien decidió romper la relación precisamente cuando Clinton decidió volcarse en la campaña de su esposa. La historia de Gina Gershon (la actriz morena en "Showgirls") ya la aireó en su día el "Vanity Fair" y mereció la amenaza de acciones legales. El testimonio aquí es de primerísima mano: el periodista Todd Purdum, casado con Dee Dee Myers, ex jefa de prensa del propio Clinton. Según Purdum, citando a un ayudante del ex presidente, Clinton ha vuelto a las andadas y "ha estado viendo a un montón de mujeres en el camino". Gershon, 48 años, era aparentemente la única actriz en la "lista". De la filántropa, empresaria y ex ministra canadiense Belinda Stronach, 43 años, hay incluso testimonio gráfico, pero Bill Clinton insiste en que fueron y siguen siendo simplemente amigos. La rubia y vivaracha Belinda, que llegó a posar en plan sexy con la bandera canadiense, es ahora vicepresidenta de Magna International, la mayor compañía de piezas de automóvil de Canadá.

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