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Salud que puede matar


La psicodependencia y adicción a los fármacos en la realidad dominicana

SANTO DOMINGO.- Tomarse una pastilla para dormir, calmar un dolor en alguna parte del cuerpo o simplemente combatir un virus, no está mal. El problema surge cuando la persona se convierte en psicodependiente de tal o cual medicamento para mantener en estabilidad relativa su organismo.

En República Dominicana, donde no existe control sobre el expendio de medicamentos que no requieran referencia clínica, es común la automedicación. Incluso, algunas personas compran fármacos por conocimientos empíricos de terceros, lo que alarga la cadena de ignorancia.

El doctor Eladio Hernández, presidente del Colegio Dominicano de Psicólogos, señala que en este país no se regula la protección a la población en términos de medicamentos, por eso el negocio de las farmacias genera tantas ganancias.

De acuerdo a su experiencia, hay medicamentos de uso común que pueden producir adicción, sobre todo los que son utilizados para tratar la ansiedad y el insomnio como alprazolam, lorazepam, diazepam, bromazepam, cloracepato, lormetacepam, flunitazepam, flurazepam y demás.

Además de los mencionados, existen diversos fármacos potencialmente adictivos como la metadona, morfina, codeína, barbitúricos, anfetaminas y sus derivados legales o ilegales.


El psiquiatra Secundino Palacios explica que las personas que se toman un medicamento para regular alguna deficiencia que les afecta, sienten la sensación de que al consumirlo se mejoran, pero realmente lo que ocurre es que al ingerirlo le envían un mensaje al cerebro y éste responde con sensaciones de alivio que no tienen nada que ver con el analgésico. Pasa lo que los especialistas llaman "efecto placebo".
El placebo es un medicamento o sustancia que no realiza ninguna acción bioquímica en el paciente y que suele ser utilizado por experto en la conducta para determinar si una persona es hipocondriaca, psicodependiente de un fármaco o pasó a la etapa de adicción.

Tanto Palacios como Hernández coinciden en que los tranquilizantes y somníferos son los medicamentos de los que más se suele abusar porque producen una dependencia tanto física como psíquica que se manifiesta hacia el mes de empezar a tomarlos.

Empero, los analgésicos o medicamentos que disminuyen los dolores, si se toman de forma habitual, producen que el cerebro se acostumbre a la sensación y poco a poco se va perdiendo la capacidad de soportar el dolor, por lo que la dosis aumenta paulatinamente.

El psicólogo menciona la metadona como un medicamento que por su propia composición química produce adicción. Hay otros que generan sensación de alivio, como el Valium, y dejarlo de consumir resulta molesto para el paciente, lo que pasa se psicodependenica a adicción.

La diferencia entre un psicodependiente y un adicto es que el primero siente mejoría instantánea con un placebo, mientras el segundo necesita sin excusas la sustancia que le exige el cuerpo para estabilizarse.
Proceso de la psicodependencia a la adicción

Lo primero que surge en una persona antes de consumir cualquier medicamento es una sensación de inestabilidad emocional o física. Entonces va -si no se automedica- donde un facultado para que haga las evaluaciones y presente una conclusión favorable.

Si no se trata de un paciente hipocondríaco, el doctor le indicará algún medicamento con las especificaciones de cantidad a tomar por lapso. El enfermo adquiere la medicina e inicia el proceso de recuperación.

Se pasa de consumo normal a psicodependencia cuando, agotado el tiempo establecido por el especialista para tomar el medicamento recomendado, el paciente continúa consumiéndolo porque "siente" que solo con eso se estabiliza, aunque bioquímicamente el fármaco ya no genere ningún efecto en la persona.

Entonces deja de ir al hospital para automedicarse, lo que al juicio del doctor Palacios es un paso grave porque los medicamentos que se toman sin previa autorización, más temprano que tarde dañan alguna parte del organismo, sobretodo el hígado o los riñones.

"A muchas personas le traen medicamentos de otros países y se los toman sin antes analizar si su organismo los necesita. El calcio, por ejemplo, es muy frecuente verlo en las maletas que llegan al país, sin embargo es un mineral que daña significativamente los riñones si el cuerpo no lo demanda", argumentó.

Los más vulnerables

De acuerdo a los dos especialistas conultados, a medida que avanza la edad la persona se ve más inclinada a ser dependiente de algún medicamento, aunque destacan que la educación será determinante para en evitarlo. 

La personalidad del individuo es un factor influyente para que exista una mayor tendencia a padecer dependencia o adicción a los fármacos. Las más vulnerables son las personas adictas a las drogas o al alcohol.

Luego siguen las personas depresivas o con bipolaridad; las que no soportan la mínima sensación de dolor o molestia; las personas impulsivas y poco reflexivas que intentan solucionar el malestar inmediato sin pensar en las consecuencias posteriores; las personas que utilizan las medicinas para fines no terapéuticos como los estudiantes que usan algún estimulante para rendir más en los estudios; y las personas con problemas de alimentación.

Un gran negocio

Como la venta de medicamentos que pueden producir dependencia no está regulada bajo ninguna acción estatal, según el doctor Eladio Hernández, las farmacias y laboratorios los venden sin importarles si el comprador los necesite o no.

"Con eso hay un gran negocio, todo el mundo vende cosas sin control. Eso le hace daño a la gente y nadie hace nada", dice Palacios, quien culpa al Ministerio de Salud Pública, específicamente al departamento de Drogas y Farmacias, de no ponerle control a esta situación

Antes de redactar esta información quien suscribe se dirigió a varias farmacias capitalinas para confirmar la compra de medicamentos sin receta. Exceptuando algunos antidepresivos, medicamentos para calmar dolores o el insomnio son despachados por oferta y demanda.

Tanto el psiquiatra como el psicólogo entienden que lo ideal sería que cada persona, antes de dirigirse a una farmacia a comprar un fármaco, vaya donde un médico que le haga una evaluación y determine si realmente necesita o no tal o cual sustancia dentro de su organismo.

Como dice Palacios: "Todo lo que entra en el cuerpo daña o mejora", así que para evitar lo primero es preferible consultar con un especialista que garantice lo segundo.

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