En el tramo final de la campaña, los aspirantes de Santiago y de otros pueblos “mueven cielo y tierra” para congregar multitudes en sus actividades políticas. La sencillez que predican en sus discursos se queda en el papel.
SANTIAGO/República Dominicana.-La sencillez, la humildad y la austeridad que predican la mayoría de los candidatos y candidatas de los distintos partidos políticos contrastan significativamente con la opulencia, derroche de recursos y falta de control con que estos grupos promueven a sus aspirantes a los cargos municipales y congresuales para las elecciones pautada para el próximo 16 de mayo. A pesar de los discursos críticos, y en ocasiones fundamentado en la austeridad y el cambio, los candidatos de las agrupaciones políticas tradicionales recorren los barrios y comunidades amparados en el derroche de recursos, aspecto esencial para la atracción de adeptos a los encuentros, además de la exhibición de poder de algunos grupos a través de sus equipos de seguridad. En el tramo final de la campaña electoral, los aspirantes a cargos electivos de Santiago, sin importar la posición en la preferencia electoral, “mueven cielo y tierra” para movilizar una multitud de personas en las actividades políticas. Para estos fines, se requiere contar con un servicio de alquiler de autobuses para trasladar dirigentes a los mítines y caravanas, así como contar con mucho dinero para poder repartir, y darle a cada quien lo suyo, sin contar las bebidas alcohólicas para mantenerlos con energía durante la caravana. Aunque las bebidas alcohólicas hacen vulnerable la seguridad de los eventos, los candidatos obvian estos detalles, debido a que estas situaciones se consideran parte del esquema en que se desenvuelven las campañas electorales.
Seguridad y guardaespaldas
Uno de los elementos que más se destaca en esta campaña electoral, en la provincia de Santiago, tiene que ver con la excesiva presencia de guarda-espaldas o los denominados agentes de seguridad, quienes pululan en las actividades políticas, en algunos casos con exhibición de armas de fuego, con las que infunden temor. La exagerada presencia de los agentes seguridad es notoria en todo los órdenes, independientemente del nivel de las aspiraciones políticas y la comunidad representada en el proceso. El domingo 18 de abril, uno de varios jóvenes de acompañaban a un candidato a regidor del distrito municipal de Hato del Yaque protagonizó una discusión en una actividad, en la que se le impidió la entrada. El joven alegaba que debía subir a la tarima, porque era la seguridad del candidato. Los candidatos y candidatas se hacen acompañar de “espalderos”, muchas veces improvisados, quienes más que viabilizar las situaciones generan conflictos en los actos políticos. En Santiago, el candidato que más predica la humildad y su devoción católica es el actual alcalde y aspirante a la reelección, José Enrique Sued, quien en sus actividades políticas se moviliza con un equipo de seguridad que oscila entre 10 y 15 hombres armados. El pasado domingo 11 de abril, Sued participó en una caminata encabezada por el aspirante a senador de la alianza oficialista Julio César Valentín, en la que su equipo mostró -como trofeos- pistolas y ametralladoras.
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