Por Arturo Taveras
TAMBORIL. La deficiencia del servicio de agua potable que pagan los usuarios a la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago CORAASAN ha obligado a los tamborileños a bañarse con jarritos de agua en poncheras y a comprar botellones de agua filtrada para cocer sus alimentos. A pesar de que los tamborileños pagan de manera religiosa el servicio de agua a CORAASAN, solo reciben el preciado líquido cuatro días al mes, lo que tiene a las familias de este municipio, en especial a las mujeres amas de casa, sufriendo la desgracia de no tener como asearse de manera eficaz todos los días. Aunque Tamboril se encuentra enclavado en la falda de la cordillera Septentrional carece de afluentes que suplan de agua potable a sus más de 60 mil habitantes, por lo que se dificulta el consumo de alimentos cocidos, el aseo personal, limpiezas en los hogares, industrias e instituciones depende del servicio del preciado liquido. La deficiencia de CORAASAN es tan grande que comunidades como "Haina", "Nigua", "Barrio Dajer", el "Barrio de Ico", "Los rieles", "Domingo Alegre", el "callejón de los Polancos", Canca la Piedra, Canca la Hoya, Las Aromas, Los Rieles y otras localidades que pertenecen a la parte alta de ese municipio permanecen 7 y 10 días sin recibir el agua potable, servicio que deben pagar sin atraso porque se lo cortan o les cobran mora. "Aquí no se está protestando en pro del agua potable porque muchos tamborileños tienen miedo a que todos los peledeístas que reciben cheques, que hoy están convertidos en chivatos del gobierno, el PLD y la policía los denuncien y venga la represión" comentó Alberto Pérez.
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