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Nueva Orleans enfrenta a los fantasmas del huracán Katrina

Mapa de Isaac

Los ojos de muchos habitantes de EE.UU. están puestos sobre las costas de Luisiana, especialmente la ciudad de Nueva Orleans, mientras la tormenta tropical Isaac se aproxima con fuerza.

El fenómeno meteorológico irremediablemente recuerda al huracán Katrina, acontecido exactamente hace siete años y sobre todo a las pérdidas humanas y los cuantiosos daños materiales que dejó con su paso.
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Sin embargo, los expertos del Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. (CNH) insisten en no hacer comparaciones aventuradas.

"En principio, Isaac aún no es huracán. Es una tormenta tropical y ya esa es una diferencia grandísima con la fuerza que tenía Katrina. Segundo, su trayectoria no es la misma", explicó a BBC Mundo, el meteorólogo del CNH, Wally Barrant.

Hasta el momento, los modelos proyectan que Isaac pueda llegar a la costa, al oeste del río Misisipi.

No obstante, Barrant advirtió que posiblemente este lunes por la noche se convierta en huracán categoría 1 pero "no va a tener la misma fuerza que tuvo Katrina cuando llegó".

Una diferencia sustancial, ya que Katrina azotó a la ciudad convertido en categoría 3 en la escala de cinco niveles Saffir-Simpson y con vientos de más de 200 km/hr.

clic Lea: Estado de emergencia: Isaac amenaza Nueva Orleans
Estado de emergencia

Aún cuando Isaac no se presente con la fuerza de Katrina, las autoridades han implementado una serie de medidas para minimizar los daños
Autos saliendo de Nueva Orleans

Muchos habitantes están abandonando la ciudad, antes de la llegada de la tormenta.

El presidente Barack Obama declaró este lunes el estado de emergencia para el estado de Luisiana, mientras que el alcalde de Nueva Orleans, Mitch Landrieu, lo había hecho el domingo.

Landrieu sugirió a los residentes que ocuparan el tiempo en la espera del fenómeno meteorológico para abastecerse de lo necesario. Y sobre todo que consideraran sus casas como albergues y pensaran en cómo pasarían el tiempo "sin energía eléctrica o agua".

Por su parte, el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, tampoco escatimó en advertencias y mediante un comunicado alentó la evacuación voluntaria de los residentes de zonas en riesgo.

"Al igual que con cada tormenta, siempre hay que esperar lo mejor y prepararse para lo peor", señaló Jindal.

Para Adrianna Quintero, la voz latina del Consejo para la Defensa de Recursos Naturales (NRDC por sus siglas en inglés) este es un primer paso fundamental que podría hacer la diferencia con el pasado.

"Una de mejoras más importantes no es ni siquiera en la construcción -a diferencia de lo sucedido con Katrina, las autoridades ya están imponiendo órdenes de evacuación y de precaución", dijo Quintero a BBC Mundo.

"En este momento eso es una mejora significativa", explicó.
Una ciudad preparada
OTRAS PRECAUCIONES
Mapa de Isaac

Las autoridades han hecho un llamado a no concentrar la atención sólo en la ciudad de Nueva Orleans.

Advirtieron que algunos de las consecuencias más graves podrían ocurrir en Alabama y Misisipi -con inundaciones de hasta 4 metros- y de casi dos metros en el noreste de Florida.

"Esta no es sólo una tormenta de Nueva Orleans. Es una tormenta de la Costa del Golfo", dijo Craig Fugate, director de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de EE.UU.

A pesar de que ya se ven enormes filas de autos para salir de la ciudad, las nuevas construcciones en Nueva Orleans han hecho su parte para tranquilizar a la población.

De 2005 a la fecha, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE.UU. ha gastado unos US$14.000 millones en la reconstrucción y fortificación de la ciudad que se ubica por debajo del nivel del mar.

El sistema de bombas y diques de 133 millas de largo está siendo reparado y el distrito del Lower 9th Ward (una de las zonas más afectadas por Katrina) cuenta con diques sustancialmente más altos que entonces.

"Hay que darle crédito a la ciudad. La ciudad sí ha mejorado el sistema de control de inundaciones hasta cierto nivel. Lo malo es que no se sabrá si va a proteger adecuadamente hasta que lleguen las tormentas", explica Quintero.

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Memorias

Tanta desconfianza no es gratuita. La trágica historia del huracán Katrina, uno de los más devastadores de la historia estadounidense, incluye al menos 1.400 muertos en Luisiana y miles de millones de dólares en daños.

"Obviamente todo mundo está muy nervioso sobre la posibilidad de que se vuelva a vivir lo que se vivió con Katrina. Y aunque sí hemos visto que la ciudad ha hecho muchas mejoras a sus sistemas de control de inundaciones, todavía hay muchas preocupaciones", dice Quintero.

Esas preocupaciones se refieren a los puntos aún sin resolver, como seguir haciendo construcciones poco sustentables, cubrir de cemento los pantanos con lo que se impide un correcto desagüe, la desigualdad social y los elevados costos de las aseguradoras para proteger las viviendas en esas zonas.

"Las aseguradoras no quieren proteger muchas áreas especialmente donde hay probabilidad de inundación. Y eso se ha vuelto muy costoso para quienes quieren mantener sus propiedades protegidas", dice Quintero.

Independientemente de la fuerza y la trayectoria de Isaac, los meteorólogos coinciden en que la cantidad de agua que acarrea a su paso es uno de las consecuencias más graves que hay que prevenir. BBC

"Obviamente habrá algún daño del viento, pero lo que preocupa mayormente es la cantidad de lluvia que ha dejado caer. Así que hay que prevenir sobre inundaciones", explicó Barrant.

Para los expertos, la solución no está simplemente en evacuaciones o alertas de emergencia, si no en un cambio sustancial de conciencia ambiental.

"Debemos construir con una visión hacia el futuro. Y eso es para todas las ciudades -no sólo Nueva Orleans. Construir de una manera que tenga en cuenta que necesitamos vivir en armonía con el medio ambiente", concluyó Quintero.

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