Santo Domingo.- Un joven de 19 años de edad fue muerto a tiros por una patrulla de la Policía al salir de un hospital donde se realizó un chequeo médico. El hecho causó ayer consternación e indignación entre los médicos y demás personal del Hospital Félix María Goico, cerca del Expreso Quinto Centenario. En la tarde de ayer, el jefe de la Policía, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, designó una comisión de alto nivel para investigar las reales circunstancias en que resultó muerto a tiros el joven identificado como Anderson Rafael Portorreal, de 19 años. El jefe policial dijo que la comisión investigadora la encabeza el general Bernardo Santiago Santiago, inspector general de la Policía, en coordinación con un representante del ministerio público. El mayor general Guzmán Fermín dijo que no permitirá excesos en las filas de la institución del orden. El joven, cuya madre trabaja en el centro que se conoce como el Hospital de los Billeteros, en el sector de Villa Consuelo, fue impactado por siete balazos que le hicieron casi a quemarropa los agentes policiales encargados de su búsqueda por la supuesta comisión de varios delitos. En torno al caso, la Policía, informó que el joven Portorreal, junto a varios malhechores, era buscado por la comisión de más de diez atracos a mano armada en los que ultimaron a una persona e hirieron a otras siete en hechos registrados en distintos sectores de la capital, principalmente en Cristo Rey. El director del Hospital, Chaín Herrera, condenó el hecho y dijo que los médicos y otros empleados se llenaron de espanto, porque fue la primera vez que presenciaron un asesinato. “Estamos llenos de horror, asustados y nerviosos, porque esa gente no respetó siquiera que ese joven se encontraba en el hospital para matarlo a mansalva delante de todo el mundo”, dijo el médico a LISTÍN DIARIO. Bienvenido Portorreal, padre de la víctima, entre llanto y espanto, dijo que llevó a su hijo al centro de atención porque tenía un problema de colostomía y que tras ser revisado por los médicos, se acercaron seis policías que le dispararon a mansalva y el joven cayó muerto a los pies de su madre. La madre Arelys Beras pidió a la Policía que no venga con la “repugnante historia de siempre de que mi hijo fue abatido en un intercambio de disparos”. Los padres del joven revelaron que el jueves les advirtieron que su hijo iba a ser asesinado por la Policía, porque los agentes lo buscaban desde hace varias semanas supuestamente porque había baleado a una joven con una pistola que portaba ilegalmente. El padre dijo que él y su esposa fueron apresados la semana pasada por la Policía para lograr que su hijo se entregara. Acusó a seis policías del asesinato de su hijo. “Nunca sospeché que mi hijo iba a ser asesinado de tantos balazos en los brazos de su madre”, dijo el padre.
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