Ahora todos se rasgan las vestiduras y procuran sacarle filo al escándalo desatado tras el especial difundido por El Informe de Alicia Ortega sobre el carnicero que practicamente descuartizó a unas diez mujeres en nombre de la "cirujía plástica"Salud Pública cerró una "clínica de estética" que fue denunciada por mala práctica médica sin que se haya explicado por qué fue abierta, si no llenaba los requisitos propios de un centro de salud. ¿Hubo descuido o complacencia? No hay que averiguar mucho para saber que lo segundo, pues las autoridades sabían desde el principio que no calificaba.Ni por las instalaciones, ni por el encargado. Igual se conocieron de los primeros resultados, y no se tomaron las medidas de lugar. Incluso, hay quienes afirman que ya había sido clausurada.¿Qué departamento o funcionario permitieron que siguiera operando si se conocía su récord negativo? Ahí si que no. De seguro aparecerán los Poncio Pilatos lavándose las manos y no asumiendo responsabilidades.Dirán que "muerto el perro, se acabó la rabia", y que cerrado el punto, las mujeres que quieran hermosearse no correrán peligro: quitarse un poco de aquí, y otro de allí, sin riesgos de muerte.Sin embargo, debieran indagar bien, pues parece que hay otras que cortan a troche y moche. Se la ponen más difícil al carnicero que al cirujano plástico. ¿Y el Colegio Médico dónde está?
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