La representante de la política exterior de Estados Unidos contestó así a una pregunta de un estudiante en el Congo
"Mi esposo no es el secretario de Estado, soy yo", dijo molesta, en un intento por reclamar su papel central en la conferencia dictada en el Congo. "No voy a estar fungiendo como canal de mi esposo". La presencia de Hillary Clinton, tan audaz durante su histórica candidatura presidencial frente a Barack Obama, ha sido difícil de percibir en los meses que ha laborado como representante de la política exterior de Estados Unidos. Los ambiciosos viajes del presidente Obama han opacado los suyos, enviados especiales de alto perfil han sido asignados a los sitios con los problemas más álgidos del mundo, el vicepresidente Joe Biden también ha realizado misiones internacionales y, por último -cuando la secretaria aterrizaba en Africa la semana pasada para una gira por siete países- su esposo logró la liberación de dos periodistas en Corea del Norte. "¿Quieres que te diga lo que piensa mi esposo?", preguntó Clinton con incredulidad cuando un estudiante la interrogó sobre un crédito de miles de millones de dólares que China le ofreció al Congo. "Si quieres mi opinión, te daré mi opinión", dijo la diplomática. "No voy a estar fungiendo como canal de mi marido".
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