Tamboril amaneció ardiendo: violentas protestas por asesinato Vinicio Germosén

Testigos y familiares aseguran que Vinicio Antonio Espaillat Germosén fue salvajemente golpeado y ultimado a balazos por miembros del escuadrón conocido como Swat.

TAMBORIL, República Dominicana.- Luego de que el sepelio de Vinicio Antonio Espaillat Germosén se convirtió el lunes en una manifestación para denunciar que el hombre murió a manos de agentes del escuadrón Swat de la Policía, distintas comunidades de Tamboril se unieron este martes a las quejas y protagonizan violentas protestas en las calles. Moradores de este municipio cerraron varias calles para impedir el paso de vehículos, quemaron gomas y motivaron que decenas de establecimientos comerciales no abrieran en un aparente apoyo a los manifestantes. Durante las primeras horas del horario laboral, el flujo del tránsito en entrada y salida a Tamboril se vio mermado considerablemente debido a los disturbios surgidos por las protestas. Ante el brote de las protestas, la Policía Nacional emprendió algunas medidas preventivas de seguridad en el cuartel local. Los nativos de Tamboril han actuado airados por la muerte de Espaillat Germosén, quien de acuerdo a los deudos y presuntos testigos, murió la noche del sábado tras ser víctima de una paliza. Según los testigos, Espaillat Germosén fue apaleado por miembros de la Policía, quienes le destrozaron la cabeza, además de que el cadáver tiene varios heridas de bala. El vocero del Comando Cibao Central de la Policía, Jesús Cordero Paredes, dijo el lunes que la institución abrió una investigación para determinar de donde provinieron los disparos que provocaron la muerte de Espaillat. La Policía dijo también que la víctima había atropellado a dos agentes Swat con el vehículo marca Subaru, en el que se desplazaba. Varios abogados tamborileños y amigo de la víctima declararon que asumirán el caso y lo llevarán hasta las últimas consecuencias. En la manifestación del lunes, féretro de Espaillat Germosén fue transportado desde la Iglesia San Rafael, donde se le hizo una misa de cuerpo presente, hasta el cementerio municipal, pero en el trayecto la multitud se concentró frente al cuartel policial y con pancartas y cintas negras demandaron justicia.