Unos cirujanos rusos, que ya realizaron la primera implantación a las pocas horas de recuperarlo de la boca del animal, aseguraron que el paciente tiene un 80 por ciento de probabilidades de recuperar su brazo. El hecho ocurrió en un Zoológico público, en las afueras de Siberia, cuando este turista de origen turco se acercó a echarle comida al peligroso animal.
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