ADVERTENCIA: IMAGENES MUY FUERTES...
Se suicida de un tiro en plena rueda de prensa porque lo acusaban de corrupto. Un día antes de su sentencia, el entonces Tesorero del Estado de Pensylvannia, Budd Dwyer convocó a una "conferencia de prensa" para "proporcionar una actualización sobre la situación". Muchos esperaban que Dwyer anunciara su renuncia al cargo. En la conferencia, un agitado y nervioso Dwyer, declaró nuevamente su inocencia y afirmó que no renunciaría como tesorero estatal. Estas fueron sus últimas palabras: "Agradezco al buen Señor por haberme dado 47 años de apasionantes retos, vivencias estimulantes, muchas ocasiones felices, y sobre todo, la excelente esposa e hijos que cualquier hombre pudiése desear. Ahora mi vida ha cambiado, sin razón aparente. Las personas que me han llamado y escrito están molestas y se sienten impotentes. Ellos saben que soy inocente y desean ayudar. Pero en esta nación, la más grande democracia del mundo, no hay nada que puedan hacer para prevenir que me castiguen por un crimen que no he cometido. Judge Muir es conocido por sus sentencias medievales. Me enfrento a una sentecia máxima de 55 años en prisión y una multa de $300,000 por ser inocente. Judge Muir dijo a la prensa "me sentí revigorizado", cuando me consideraron culpable y que planea encarcelarme como un desestímulo hacia otros funcionarios públicos. Pero no seré un factor disuasivo porque cada funcionario público que me conoce sabe que soy inocente; no será un castigo legítimo porque no he hecho nada malo. Desde que soy víctima de una persecución política, mi prisión simplemente será un gulag americano. Pido a aquellos que creen en mí, que continuén manteniendo la amistad y recen por mi familia, para trabajar incansablemente por la creación de un genuino sistema de justicia en los Estados Unidos, y proseguir con los esfuerzos de exonerarme, para que mi familia y su futura parentela no sean manchados por esta injusticia que ha sido perpetrada en mi persona. Confiamos que la razón y la verdad se impondrán y seré absuelto dedicando el resto de nuestras vidas en crear un sistema de justicia aquí en los Estados Unidos. El veredicto de culpable ha fortalecido esa decisión." En ese momento Dwyer paró de leer su texto preparado y llamó a tres de sus colaboradores, dándole a cada uno un sobre. Uno de los cuales contenía una nota suicida para su esposa, un segundo sobre tenía una cédula de donación de órganos y otros materiales relacionados, el tercer sobre incluía una carta para el gobernador de Pennsylvania Bob Casey, quien había asumido el cargo dos días antes. Después de repartir los sobres, Dwyer abrió un cuarto sobre y sacó un revólver .357 Magnum, acosenjando a los presentes: "Por favor, abandonen la habitación si esto los agravia". Mientras la concurrencia le gritaba a Dwyer, suplicándole que bajara el arma. Algunos trataron de acercársele. "Retrocedan, o esta cosa lastimará a alguien", advirtió. Entre los sollozos "Budd, Budd, Budd," Dwyer puso el cañón del revólver dentro de su boca y apretó el gatillo, derrumbándose en el suelo, la sangre fluyó de su cabeza y nariz, frente a cinco cámaras de televisión que transmitían en directo.
El país, prácticamente, se quedaría sin políticos.
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