Por Joseph Cáceres
Otro fenómeno que forma parte de las peculiaridades que se verifican en los medios de comunicación del país, es la excesiva cantidad de programas de opinión, de entrevistas y de panel que se insertan en la programación de los canales de VHF, UHF y en los sistemas de cable. Muchos de ellos solo haciendo ruido y contaminando el espacio, porque nada interesante ni importante aportan. Cualquiera arrienda un espacio o ‘’se va a media’’ con un canal de televisión, teniendo como escenografía una pared de cartón piedra, una mesita, con un florero, y un sillón. Y a pontificar se ha dicho, criticando la situación del país, elogiando o atacando a los políticos , al gobierno, como también destacando de manera interesada la gran gestión de un funcionario al frente de un ministerio del Estado. Hay canales que tienen los denominados programas de opinión o de panel uno detrás del otro, sin depurar a nadie. A todo el que llega con un dinerito en una funda le abren un espacio, y eso no puede ser. No negamos que hay producciones importantes e interesantes, pero hay otros que dejan mucho que desear, y que se convierten en un dolor de cabeza para quienes manejan cuentas publicitarias, pues de manera permanente se ven desbordados por el exceso de propuestas y de ofertas que les hacen, a veces de manera agresiva y conminatoria. Cuando uno habla y plantea este tipo de cosas hay gente que se molesta y se ofende, porque se dan por aludidos. Como siempre, me sentaré a esperar a ver quién grita y a quienes le sirve ''el sombrero’’.
Otro fenómeno que forma parte de las peculiaridades que se verifican en los medios de comunicación del país, es la excesiva cantidad de programas de opinión, de entrevistas y de panel que se insertan en la programación de los canales de VHF, UHF y en los sistemas de cable. Muchos de ellos solo haciendo ruido y contaminando el espacio, porque nada interesante ni importante aportan. Cualquiera arrienda un espacio o ‘’se va a media’’ con un canal de televisión, teniendo como escenografía una pared de cartón piedra, una mesita, con un florero, y un sillón. Y a pontificar se ha dicho, criticando la situación del país, elogiando o atacando a los políticos , al gobierno, como también destacando de manera interesada la gran gestión de un funcionario al frente de un ministerio del Estado. Hay canales que tienen los denominados programas de opinión o de panel uno detrás del otro, sin depurar a nadie. A todo el que llega con un dinerito en una funda le abren un espacio, y eso no puede ser. No negamos que hay producciones importantes e interesantes, pero hay otros que dejan mucho que desear, y que se convierten en un dolor de cabeza para quienes manejan cuentas publicitarias, pues de manera permanente se ven desbordados por el exceso de propuestas y de ofertas que les hacen, a veces de manera agresiva y conminatoria. Cuando uno habla y plantea este tipo de cosas hay gente que se molesta y se ofende, porque se dan por aludidos. Como siempre, me sentaré a esperar a ver quién grita y a quienes le sirve ''el sombrero’’.
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