NUEVA YORK._ Eddy Espinal, un dominicano del Alto Manhattan que el 9 de octubre del 2005, asesinó a balazos al barbero Julio Ernesto Filpo, su ex socio e hirió a varias personas dentro de una barbería de la calle 184 y avenida Saint Nicholas, fue sentenciado esta mañana a 105 años de cárcel en la Corte Suprema del Estado. Con espesa barba, el pelo largo y una actitud virtualmente desafiante, Espinal dijo antes de que el juez le leyera la sentencia que “este es un revés para mi victoria”. El dominicano, fue hallado culpable por un jurado después que docenas de testigos declararan en su contra y lo señalaron como el hombre que ese sangriento día, entró armado a la barbería y disparó a mansalva contra Filpo, dos barberos más y algunos clientes, uno de los cuales estaba acompañado por un niño. A pesar de las abrumadoras evidencias y los testimonios en su contra, Espinal mantiene que es “inocente”. El crimen, lo perpetró el ex socio de la víctima, después que Filpo decidiera romper el negocio con él, alegando que no cumplía la responsabilidad en el pago de la renta y otros gastos del establecimiento. El jurado necesitó cinco horas para llegar al veredicto contra Espinal quien fue acusado de ocho cargos, incluyendo asesinato, intento de asesinato y asalto. Su propio abogado defensor, admitió la culpabilidad del condenado, pero trató de convencer a los jurados de que su cliente, estaba “loco” para lograr la anulación del juicio. El abogado de Espinal, Daniel Gutlin dijo que “cuando perdió su negocio, perdió la mente”. El crimen, conmocionó a la comunidad dominicana del Alto Manhattan el 9 de octubre del 2005. El convicto, usó un revólver Magnum calibre .357 para cometer el asesinato e herir a los sobrevivientes, porque la víctima, le adeudaba un dinero de una sociedad anterior y según su alegato, no quería pagarle, aunque lo prometió en múltiples oportunidades. Las versiones el día del crimen recogidas por este reportero indicaron que Espinal, reaccionó de esa manera después que Filpo, rompiera las relaciones comerciales con él y buscara otro socio para mantener el negocio, uno de los más concurridos del área. Además, el dominicano fue hallado responsable de intento de asesinato y asalto. Filpo rompió la sociedad con Espinal, porque el segundo no pagaba la renta del local que era una de sus responsabilidades. El victimario sometió una demanda en la Corte de Pequeños Reclamos contra su antiguo socio y la perdió cuando un juez la consideró improcedente. Luego, advirtió que se vengaría personalmente, amenaza que concretizó el 9 de octubre del 2005. Cuando entró aquella tarde trágica a la barbería disparando, Espinal vociferaba a todo pulmón: “te dije lo que pasaría si no me pagabas”. Asesinó a Filpo delante de un niño que había sido llevado por sus padres para que le recortaran el pelo en la barbería. Los otros barberos gravemente heridos fueron Kilvio Chico y Franklyn Rodney, mientras Bienvenido Cabrera, uno de los clientes de ese día, recibió dos balazos. Varios testigos identificaron a Espinal durante el juicio en la Corte Suprema, entre ellos un policía que patrullaba a pie en las inmediaciones y escuchó los disparos. El oficial declaró ante el jurado que vio a Espinal tratando de huir de la escena del crimen. En la carrera de escape, Espinal tiró en la calzada la pistola, una bolsa plástica y un suéter de otoño. Luego del dictamen del jurado el Fiscal de Distrito de Manhattan, Cyrus R. Vance describió el crimen como un ataque brutal e intencional, alimentado por la venganza”. Espinal que fue descalificado para ser juzgado dos veces, rechazó a través de sus abogados un alegato de “perturbación emocional extrema” , lo que habría reducido su sentencia de cadena perpetua a 25 años. “Eddy Espinal había ido varias veces donde Filpo reclamándole la mitad de las ganancias, pero el muerto le decía que no había cumplido por lo que no podía darle lo que pedía”, dijo un testigo que frecuentaba la barbería. Añadió que aquel sangriento domingo, fue una de las veces en las que Espinal volvió a la peluquería a reclamar el pago. “Ellos se enfrentaron en una agria discusión, se dijeron algunas cosas y fue cuando Eddy se marchó, amenazando con volver armado, regresó y desde que entró a la barbería fue disparando a mansalva a todo el mundo”, agregó. Los heridos fueron llevados en ambulancias a los hospitales Presbiteriano y Harlem de las calles 168 y 135 respectivamente en Manhattan. Franklyn Rodney quien tenía 30 años de edad y es padre de cuatro niños, fue ingresado en estado crítico con varios balazos. El tiroteo se produjo a las 3:15 de la tarde, ensangrentando un domingo otoñal y lluvioso en el Alto Manhattan, el barrio norteamericano con mayor población dominicana. Cabrera es propietario de una tienda de ropas en las cercanías de la barbería y fue herido en ambas piernas. “No me dejen morir”, le clamaba Rodney a su amigo Francisco Amarante (Chiqui), quien lo acompañó al hospital. Cabrera recibió los tiros mientras sostenía a un niño al que estaban recortando. Alex Terrero, quien también tiene una tienda contigua a la barbería dijo quedó en shock por el tiroteo. La policía sostuvo que Espinal regresó al área donde cometió el crimen y trató de pasar desapercibido en una esquina, pero fue apresado allí mismo.
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