CIUDAD DE MEXICO - Diez policías federales fueron asesinados el lunes en un demencial ataque cerca de una escuela de bachillerato en el estado de Michoacán, el mismo día que en una larga defensa de su estrategia contra el crimen organizado, el presidente Felipe Calderón aseguró que hoy la situación sería peor de no haber lanzado su ofensiva antidelincuencial. El crimen se produce luego de otra jornada violenta en la que ejecutaron a 85 personas en pocas horas en México.
Doble ataque
La Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP) informó en un comunicado que los agentes regresaban a la ciudad de México cuando fueron atacados en dos ocasiones por hombres armados en una ranchería y cerca de un plantel de educación técnica en la municipalidad de Zitácuaro. Un número no precisado de agentes fueron heridos en el ataque y fueron llevados a hospitales en la ciudad de México y Morelia, la capital de Michoacán. La SSP señaló que varios de los atacantes fueron muertos o heridos, cuyos cuerpos fueron recogidos por algunos de sus cómplices. Michoacán, estado natal de Calderón, es considerado el bastión del cártel de las drogas La Familia, notorio por decapitar a sus rivales y lanzar ataques contra fuerzas de seguridad del gobierno.
Saña contra federales
La policía no identificó inmediatamente a los atacantes ni dijo si se sospechaba que fuesen miembros del cártel. En 2009, los cadáveres torturados y ensangrentados de 12 agentes federales fueron hallados junto a una carretera en Michoacán, en uno de los peores ataques contra fuerzas del gobierno. El Departamento de Estado norteamericano ha emitido una advertencia de viaje en la que recomienda a los ciudadanos estadounidenses "mostrar extrema cautela cuando viajan a Michoacán".
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