En Estados Unidos está permitido operar a los perros para solucionar el problema de los que ladran mucho. Sin embargo, los defensores de los derechos de los animales condenan el procedimiento. La intervención quirúrgica busca la desvocalización canina, que se consigue al extirpar las cuerdas vocales del perro tras la cual el animal en lugar de emitir un ladrido, sólo emite un murmullo. El procedimiento está prohibido en el Reino Unido y en otros países europeos a menos que se requiera por razones terapéuticas. En varios estados de Estados Unidos se practica, especialmente en lugares donde una mascota “ruidosa” puede provocar problemas de convivencia o afectar el cierre de un contrato de arrendamiento. Los críticos cuestionan el procedimiento porque, en su opinión, destruye el sistema de comunicación de los perros. Plantean que si una persona no puede vivir con un perro ruidoso, es preferible que no lo tenga. Además -acotan- hay métodos para canalizar la energía de los caninos y, así evitar que ladren demasiado. Usted ¿qué opina? ¿Cree que la operación atenta contra la naturaleza de los perros? O ¿considera que es una solución para que los citadinos puedan convivir con mascotas?
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