La doctora Yadira Morel acaba de ofrecer un dato en el programa El Mismo Golpe que es como para pensarlo. La República Dominicana ocupa el segundo lugar entre las naciones del mundo en que más se falsifican documentos y se hacen fraudes, conforme a un estudio general que se ha hecho, y por lo cual las autoridades de Migración de Estados Unidos y de otras naciones de Europa y América Latina, nos tienen en una observación especial, y han endurecido los requisitos para obtener visa. Solo nos supera China, que está en primer lugar, y nos sigue la India, en tercero; México, en cuarto, y Filipina en la quinta posición. Pienso que si lo medimos proporcionalmente, somos los primeros, porque si con apenas 9 millones de habitantes estamos en medio de China y la India, con miles de millones de ciudadanos, naciones por demás con un espacio territorial inmenso, no sería ocioso que nos pusieron en primer lugar. Qué campeones somos! Qué bárbaros, con esa marca tan vergonzosa. Y que nadie se rasgue las vestiduras, ni venga a negar ''el galardón'' que bien nos hemos ganado. La única protesta válida es que no nos dieron el primer en fraude. No es justo que nos hicieran fraude como campeones del fraude. Sólo hay que ver que aquí usted compra un terreno, y de repente aparece gente con papeles y títulos de propiedad reclamando derechos. Las actas de nacimiento las falsifican, para firmar peloteros. Los delincuentes tienen varias cédulas, licencias, pasaportes, carnets de militares y de cargos en el gobierno. Todo falsificado. Hay médicos, abogados y hasta pilotos con títulos falsos. Los carros se los roban, y les alteran las matrículas. En la calle hay whisky, ron y cigarros falsos. Se piratean películas, música, programas informáticos, revistas y placas de vehículos, se clonan tarjetas de crédito. Hay dólares falsos y papeletas de pesos dominicanos de alta denominación. Se falsifica marcas de ropa, libros, pinturas y hasta perros viralatas se hacen pasar como de raza, con vendedores en las esquinas que les aprietan los ''granitos'' para que paren las orejas. Ricos y pobres que se roban la luz. Se falsifican medicinas, y cuando lo quieren impedir hay que dejarlos porque se trata de ''humildes padres de familia'', no importa quien se muera o quienes no se sanen tomando esos disparates. Hasta hijos fraudulentos aparecen, porque basta y sobra que usted sea famoso o tenga cuartos, para que se le aparezca uno con la historia de que es un hijo suyo, como le han ''aparecido'' a Johnny Ventura, Anthony Rios y a Fernando Villalona. Tenemos hasta héroes falsos, como unos tipos que dicen haber peleado en la Revolución y nunca oyeron un tiro cerca. Para colmo, usted tiene un terreno en el cementerio, y cuando se le presenta un caso, y va a enterrar a un familiar fallecido, se encuentra con que está ocupado por otro difunto que descansa en paz, bien ''jevi'' en un terreno ajeno. Todo esto sin contar los fraudes en las elecciones, de lo cual no queremos ni siquiera hablar, porque es un tema demasiado manoseado. En nuestro aeropuerto deberían colocar un letrero lumínico que desde los aviones se pueda ler antes de aterrizar. Bienvenidos al país del fraude!*Tomado del blog Merengala.blogspot.com, de Joseph Cáceres.
Banner3
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario