Banner3

Banner3
Loading...

Con el suero en el motor


Debido a la falta de recursos esta madre lleva en sus brazos al hijo enfermo, cuya manecita se puede divisar aferrada cual garfio a la cintura de la progenitora. Lo peor es que van por esas calles de Dios en un motor 115, los de la muerte. Se puede ver cómo carga la mujer el suero con su mano izquierda. Dan mucha pena estos casos, que se repiten como el pan nuestro de cada día. Son realidades que no podemos ocultar aún queriendo, porque nos dan duro en la cara. Y en el alma. Son como el Sol, que ni tapándonos los ojos con ambas manos podemos sustraernos de sus rayos y fulgores. Es nuestro Nueva York chiquito, este que gozamos los dominicanos. La dura y diaria realidad, en un país que hace ya años tiene blindada su economía. JR.

Vistas de página en total