Cuarenta años y meses más tarde, aún hay muchos dominicanos que quieren que las cenizas de Rafael Leónidas Trujillo vuelvan a resurgir o que otro líder con «mano dura» dirija el país. Mientras estuvo vivo, a Trujillo le llamaban «El Jefe», por su poderío en todos los estamentos. Tan poderosa fue su influencia en dominicana durante los 31 años que estuvo comandando desde la casa de Gobierno, que hasta en las casas de los y las dominicanas, había una tarja conmemorativa en su honor. Este graffiti demuestra el resentimiento social y la negación de que Trujillo en físico haya muerto, cual fuese una leyenda urbana de estos tiempos. Lo bonito es en dónde se encuentra este mural. Pueden verlo en las inmediaciones del Congreso Nacional, en la rotonda del Centro de los Héroes, en el Distrito Nacional.
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