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Un millonario se suicida en mitad de su juicio al oír el veredicto de culpabilidad


Michael Marin, un millonario de 53 años, estaba siendo juzgado por incendiar su casa de 3,5 millones de dólares (unos 2,7 millones de euros). Al oír el veredicto del jurado, en Maricopa, Arizona, en EEUU, entró en shock, cerró los ojos y se metió algo en la boca. Después bebió agua y poco después cayó al suelto en medio de convulsiones.

Según el video del juzgado, Marin entró en la sala llevando una botella de agua, se sentó y oyó el veredicto que le declaraba culpable. Llevó su cara a sus manos, en gesto de desesperación, y se metió algo en la boca. Después bebió de la botella. 

El juicio prosiguió. Cinco minutos después, volvió a repetir el gesto y parece que vuelve a meter algo en su boca. El vídeo muestra que traga varias veces. Poco después, vuelve a beber de la botella y se vuelve a la gente sentada tras de sí. 

Una mujer le da un pañuelo y Marin empieza a convulsionar. Entonces su abogado pide ayuda. La ambulancia le traslada al hospital de Phoenix, donde fue declarado muerto, informa Fox News.

Los tests de toxicología mostrarán qué tomó y de qué estaba llena la botella de la que bebió.

Cuando el juicio contra Marin empezó en mayo, los fiscales señalaron que se enfrentaba a 16 años de prisión si era declarado culpable, según Dailymail.co.uk.

Marin incendió su mansión de Phoenix en julio de 2009 después de intentar infructuosamente de venderla en una subasta. El departamento de bomberos determinó que el fuego fue provocado al encontrar diversos puntos de origen en la finca de 2000 metros cuadrados.

Marin confesó a las autoridades que había escapado, tras encender el fuego, subiendo al segundo piso y bajando con una escalera de cuerda vestido con un traje de buceo.

Nadie salió herido en el incendio, pero el delito de incendio premeditado de una estructura ocupada tiene una pena con el mismo número de años de prisión que el asesinato en segundo grado en Arizona.

Los fiscales señalaron que Marin originó el fuego de su casa por desesperación ya que no podía pagar la hipoteca. Marin, padre de cuatro hijos y abuelo de dos, estudió en la Universidad de Yale. Trabajó en Wall Street y disfrutaba coleccionando arte, especialmente dibujos de Picasso y se ha descrito como un “prudente buscador de emoción” como escalar el monte Everest y viajar a las selvas del sureste asiático.

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