A su llegada a la Alcaldía de Tamboril el actual ejecutivo municipal honró a mi persona nombrándome en el Departamento de Relaciones Públicas y Comunicación, para producir y conducir el programa televisivo “Orientación Municipal”, que se transmite cada sábado de 12:00 m. a 1:00 p.m. por Real TV y Mi Tamboril Digital.
También sería el maestro de ceremonia de las actividades formales que se efectuaran tanto en el Ayuntamiento, como en otros lugares donde la Alcaldía organizara cualquier evento.
Lo cierto es que me sorprendió cuando me comunicaron que pertenecía a la administración municipal local, pero más aun me sorprendió el salario que devengaría, el cual no me daba para llenar el tanque de combustible de la jepeta que poseía al asumir el cargo.
Acepté trabajar porque entendía que desde ahí podía colaborar con Tamboril y lo del salario lo tomaría para utilizarlo como compensación a los gastos en que tenía que incurrir para producir un programa con ciertos niveles de calidad.
Tuve la oportunidad de destacar en él, muchas de las bondades de Tamboril que podrían atraer a turistas locales e internacionales. Di a conocer al pueblo la vida de sus Regidores y funcionarios a través de reportajes. Por igual destacamos los aportes de grandes tamborileños como: La profesora Clotilde Rodríguez (doña Clota), los profesores Arismendy Estévez y Adelso Martínez, el poeta y folklorista Dagoberto López y otros ciudadanos, cuyos reportajes pueden verse en You Tube.
Participé en la organización de las patronales de 2010, en las cuales acompañé al entonces Presidente, el Lic. Juan de la Cruz, un gran amigo y hombre de una pulcritud incuestionable.
En esas patronales fui encargado de finanzas junto a la Lic. Lidia Peña.
Que se recuerde nunca antes se había reportado un sobrante que si mal no recuerdo fue de RD$13,000.00, que sirvió para iniciar los trabajos de las Patronales del año siguiente. Para ese entonces se me encomendó la Presidencia de las mismas.
Después de un arduo trabajo en el cual invertí más de RD$60,000.00 en combustible y gastos generados por las gestiones propias de la organización del espectáculo y de haber abandonado mi oficina de cobros legales, en la cual me gano el sustento, dejando de generar beneficios incalculables, surge el inconveniente de que a mi vehículo se le funde el motor, teniendo que gastar en su sustitución la suma de RD$109,000.00.
Para poder seguir moviéndome en las diligencias pendientes tuve que tomar el carro que le había dado a mi mujer, corriendo la misma suerte, desembolsando una vez más recursos propios por unos $90,000.00.
Ante esta situación, el alcalde me dice sometería a la sala capitular mi caso, para que me aprobasen una ayuda, ya que todo lo sucedido fue en trabajos de la alcaldía, a lo cual en principio me opuse, ya que no quería que gente mal intencionada sacaran a relucir esto en algún momento.
No obstante, el alcalde de buena fe somete a la sala la moción, haciendo la salvedad, que debe constar en acta, de que yo no estaba de acuerdo, aprobándose que se me rembolsara la suma de RD$43,000.00 para compensar todo lo antes expuesto. La votación a favor fue de 6 y 3 votos en contra.
A partir de ahí se desató una ola de comentarios y llamadas al canal 6, de unos defensores de los recursos del municipio que nunca antes habían aparecido.
Esto me llevó a pensar en la posibilidad de dejar todo lo relativo al ayuntamiento, pero personas sensatas me convencieron de seguir.
Toda mi vida he sido cuidadoso de no verme envuelto en escándalos por asuntos relacionados con deudas, siendo prudente a la hora de comprometerme a un pago.
Por otra parte he ejercido cargos donde se manejan grandes recursos y desde donde otras personas han salido ricas y gracias a Dios mis manos jamás se han manchado.
Agradezco a mi fallecido padre habernos inculcado valores y con su ejemplo hacer de mis hermanos y de quien suscribe, hombres de trabajo y de bien.
Para mi ha sido de muy mal gusto tener que escuchar a personas escudadas en el anonimato, referirse a mi persona públicamente de manera inadecuada, cuando lejos de lucrarme lo que he buscado es ver mi economía mermada a mi paso por las funciones públicas.
La copa se rebozó cuando hace dos semanas participaba de manera solidaria, a petición del compañero Ramón Peña, en un telemarathón, para ayudar a una madre de familia, que no conozco, para evitarle morir de problemas cardiovasculares graves que padece, y un año después de lo que les he narrado, llamó un televidente, que sin donar un peso para la causa, abordo en el aire el caso antes citado, poniéndole como de costumbre cifras abultadas.
Esa noche al llegar a casa me puse a meditar al respecto y sentí la necesidad de dedicar tiempo a mi persona. Entré a la alcaldía con dos vehículos y sin deudas y hoy sólo tengo el más barato y debo un préstamo tomado para pagar las reparaciones de los vehículos que fruto del exceso de trabajo y su edad, no resistieron el trabajo al que eran sometidos.
He descuidado mi oficina, mi profesión y a mi familia y no es justo que hoy mi esposa deba andar en voladoras, porque yo me he dedicado a servir y a invertir lo poco que consigo en provecho de mi comunidad.
No aspiro a ninguna posición electiva. Puedo vivir mejor del sector privado y me siento irresponsable al quitarle tiempo y calidad de vida a mi familia.
Este año de nuevo el Alcalde me nombró Presidente del Comité de las Patronales, pese a que le había comunicado que no lo sería más, ante la experiencia funesta que significó para mí haberlo sido antes.
Después de largas horas de meditación, he decidido abandonar toda función municipal, razón por la cual en el día de ayer presenté al Alcalde, vía el departamento de Recursos Humanos, mi renuncia irrevocable al cargo que ocupaba en la administración municipal y a ser miembro del comité de las patronales o cualquier otra actividad.
Es mi deber aclarar a la opinión pública las razones por las cuales me retiro de la actividad pública municipal, ya que conociendo de personas que buscan sacar beneficio de la desinformación, podrían poner a circular comentarios tergiversados acerca de mi decisión.
Soy amigo del Lic. Anyolino Germosén, le agradezco haber depositado su confianza en mi y hago de público conocimiento que no ha habido diferencias entre nosotros.
Mi decisión es estrictamente personal, para dedicarme a recuperar el tiempo perdido y emprender mis propios proyectos.
Lamento mucho tener que abandonar el servicio en favor de mi querido pueblo, pero pienso que desde mi nueva posición en un tiempo no muy lejano cosecharé frutos que me permitan ayudar al crecimiento y desarrollo de Tamboril.
Gracias al Alcalde, al pueblo y a todo aquel que ha creído en mi trabajo. Éxitos y bendiciones para todos.
Seguiré en mis funciones de comunicador, anunciando próximamente mis nuevos proyectos en ese sentido y perfeccionaré mis conocimientos encaminados al derecho laboral, en busca de mejorar mi calidad de vida y entregarle mejores momentos a mi familia.
