No hay dudas de que las peripecias de Figueroa Agosto y Sobeida Félix, en especial sus escapadas, constituyen material suficiente para un thriller parecido al que en los años setenta protagonizaran Steve McQueen y Ali MacGraw. Sin embargo, la piratería de películas, que en el país es una industria más pujante que el cine mismo, pues tuvo un crecimiento de más del nueve por ciento (según una encuesta), no pudo aguantarse. Consiguieron los vídeos de Figueroa Agosto, en que aparece con distintas mujeres, incluyendo alguna de las procesadas, y lo lanzaron a la calle con un éxito que ya quisieran muchos film de cartel. Por ejemplo, ofrecen al mismo tiempo la última de Zoe Saldaña, y los adquirientes prefieren la que suponen de Sobeida y su galán Figueroa Agosto, ahora mismo más popular entre las mujeres dominicanas que el actor de telenovela Jencarlos Canela. No puede hablarse de una suerte entre víctimas y victimarios, pero sí hay que preguntarse como esos vídeos llegaron a Puerto Rico, de los que se hicieron eco los medios, o cómo cayeron en manos de los "productores" criollos, que están lavando oro. ¿Vendidos o filtrados?
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sea mas original no copie de los periodicos
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