En un intento por mejorar las condiciones económicas de su empresa, José Rodríguez, propietario de la fábrica de ataúdes “El Dormitorio Final” accedió a concretar una alianza estratégica con el Departamento Contra El Crimen de la Policía Nacional, a través de la cual se compromete a venderle los ataúdes a mitad del precio cuando la cantidad exceda las 50 unidades. Con la curiosidad que caracteriza al dominicano, José Rodríguez se atrevió a preguntarle al nuevo jefe de la institución armada: ¿Para qué necesita la policía tantas “cajas de muerto”? a lo que el militar, sin vacilar, respondió: Bueno, es que regularmente los delincuentes que matamos son de condiciones humildes, por eso, hemos decidido que cada vez que la policía mate a uno de ellos en un intercambio de disparos, la institución le regalará la caja de muerto a los familiares”. José Rodríguez reflexionó un momento las palabras que había escuchado del jefe de la policía y solo se atrevió a comentar: “Yo no quiero que nadie se muera, pero quiero que mi negocio progrese”. ¿Dónde firmo?
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