La fiscalía federal de Nueva York solicitó al juez Lawrence Mc Kenna no fijar fianza, pero éste convocó audiencia para mañana jueves
NUEVA YORK. El empresario Franklin Romero, dueño del Grupo Aventura, deberá comparecer nuevamente mañana jueves a las 10:30 de la mañana a la Corte Federal del Distrito Sur de Manhattan, para conocer la fijación de una fianza solicitada por sus abogados, luego de declararse ayer inocente de los cargos que se le imputan.
Romero, quien fue sido arrestado en Panamá tras mantenerse prófugo de la justicia estadounidense durante una década, fue escoltado por agentes de la Interpol hasta el aeropuerto Liberty, de Newark, Nueva Jersey, y ayer tarde ante el juez Lawrence McKenna, quien fijó la audiencia para mañana.
Junto a Romero hay otras seis personas coacusadas de narcotráfico, lavado de dólares y conspiración, entre ellas una mujer identificada como Maribel Cortés que habría recibido 400,000 dólares producto del narcotráfico.
El empresario, propietario del sello discográfico Premium Latín Music, Inc., y de la afamada agrupación de bachata, la cual ha trascendido a nivel internacional por sus interpretaciones musicales y su contagio con el público, llegó a las 4:00 de la tarde a la sala 15-D donde aguardaban sus abogados.
Su esposa Helem y familiares, así como algunos amigos acudieron a la audiencia en la que atendiendo a una sugerencia de los abogados de la defensa de Romero, el magistrado no leyó los cargos de los cuales fue instruido.
La fiscalía federal solicitó al juez no fijar fianza al prevenido en virtud de que tenía antecedentes de evasión de la justicia norteamericana en el año 2000, cuando huyó del país.
Sin embargo, el juez McKenna pautó una audiencia para mañana para fijar la fianza durante la audiencia en la que Romero estuvo representado en la defensa por la firma de abogados Jack Goldberg, de esta ciudad. Helem se mantuvo con lagrimas corriendo por sus mejillas durante los casi 20 minutos de la audiencia para instruir de cargos a su esposo y al principio rehusó hablar con reporteros, al parecer por instrucciones de los abogados que representan a Romero, pero a la salida de la corte dijo que confía en Dios en que todo salga bien en el caso.
A su entrada a la sala de audiencia, escoltado por alguaciles y agentes del Marshal, Romero miró hacia el área donde se coloca al público y le hizo gesto de saludo con su cabeza y mirada a su esposa y otros familiares. *Adalberto Domínguez/El Nacional.
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